La canciller de Alemania, Angela Merkel, es partidaria de un "confinamiento corto y uniforme" en todo el país para contener la pandemia de coronavirus, después de la marcha atrás que se vio obligada a dar antes de Semana Santa cuando anunció con apenas unos días de margen el cierre de gran parte de establecimientos y actividades.

"Todos los llamamientos en favor de un confinamiento corto y uniforme están bien", ha dicho una portavoz de Merkel, Ulrike Demmer, que ha abogado por un "enfoque federal conjunto" para que las posibles medidas se extiendan a todo el país.

El jefe del Gobierno de Renania del Norte Westfalia, Armin Laschet, también ha planteado un "confinamiento puente" en todo el país, ante la disparidad de medidas en función de las regiones. El estado de Sarre, con tasas de contagio relativamente bajas, suavizó el martes sus medidas, mientras que Berlín las endureció la semana pasada.

Las autoridades de Alemania han confirmado este miércoles más de 9.500 casos y cerca de 300 muertos por coronavirus, tras superar la barrera de los 2,9 millones de contagios desde el inicio de la pandemia, según los datos facilitados por el Instituto Robert Koch.

El organismo, el ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas, ha indicado en su página web que durante el último día se han detectado 9.677 casos y 298 fallecidos, lo que sitúa los totales en 2.910.445 y 77.401, respectivamente.

Asimismo, ha manifestado que la tasa de incidencia acumulada durante los últimos siete días es de 110,1 casos por cada 100.000 habitantes, con cerca de 218.600 casos activos. La cifra de incidencia está a la baja durante los últimos días, tras un aumento en marzo.

Por otra parte, ha cifrado en alrededor de 2.614.500 el total de personas recuperadas hasta la fecha de la COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, incluidas unas 17.400 durante las últimas 24 horas.