Una proposición no de ley del grupo socialista por la convivencia democrática y contra el odio y una moción del PP en defensa de la Constitución protagonizarán el regreso de las sesiones plenarias al Congreso tras un parón de siete días, ya que reflejarán el actual clima de tensión política.

En el orden del día previsto figura que la iniciativa del PSOE y la propuesta del PP se discutirán en el pleno de este martes, aunque la Junta de Portavoces puede decidir cambios en función de los horarios por los que discurra el pleno.

Ambas se debatirán, en cualquier caso, en una tesitura marcada por el caso Dina y cómo puede afectar al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias; por la controversia acerca de los papeles del rey y del poder judicial en el modelo constitucional; y por el enfrentamiento político que los gobiernos central y madrileño han tenido antes de que se declarase el estado de alarma en Madrid.

Por si fuera poco, hace apenas un par de días las redes sociales se agitaban por el estado en el que apareció la estatua de Francisco Largo Caballero en Madrid.

La proposición no de ley del grupo socialista, según señala el texto registrado, aboga por la condena de "mensajes y vídeos" en los que se desea o se simula la muerte de un representante político.

Recientemente, Iglesias se hizo eco de un tuit en el que se le deseaba la muerte. Asimismo, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, que ha trasladado el caso Dina al Tribunal Supremo, ha denunciado amenazas.

El PSOE considera que mensajes de ese cariz "erosionan" las aspiraciones de "serenidad y concordia" y "agreden" la democracia, de ahí que vaya al pleno a defender su erradicación.

Lo hará mediante una proposición no de ley, que es una propuesta sin alcance legislativo. De hecho, en las dos peticiones de la iniciativa no menciona la posibilidad de cambios en el Código Penal para combatir el odio y el fanatismo.

Parece que la moción del PP para criticar manifestaciones recientes contra la Jefatura del Estado y el modelo constitucional también derivará en un debate bronco.

Es una propuesta que procede de la interpelación que hace dos semanas discutieron el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y la portavoz del PP, Cuca Gamarra, en el hemiciclo.

La moción que surge de dicho debate contiene dos puntos controvertidos: la reprobación de Iglesias y el cese de ministro de Consumo, Alberto Garzón, por haber expresado opiniones contrarias al papel vigente del rey.

Cuestiones relacionadas como la independencia del poder judicial o la defensa de la Constitución ocuparán su cuota de protagonismo durante dicho debate.

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Asimismo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se expondrá al control de la oposición; el miércoles le preguntarán el líder del PP, Pablo Casado; el de Vox, Santiago Abascal; y la representante de la CUP, Mireia Vehì.

La actualidad política recorrerá un hemiciclo que una semana después vivirá el debate de la quinta moción de censura de la democracia española: la de Vox.

Este lunes ha trascendido que se debatirá y se votará los días 21 y 22 de octubre.