El portavoz del Comité de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, está convencido de que la reforma de la ley mordaza que ha provocado la protesta multitudinaria en las calles de policías y guardias civiles tiene como finalidad "preparar la insurrección" popular para cuando Pedro Sánchez salga de la Moncloa.

Según su teoría, expuesta este lunes en rueda de prensa en la sede de su partido, "sentar las bases" de esa "insurrección" es el único propósito de la modificación de la ley de seguridad ciudadana, que, según ha recordado, tiene su origen en una iniciativa promovida por el PNV, partido que ha definido como "el recogenueces de la ETA".

Ha explicado que como las "fuerzas antiespañolas" se tendrán que ir "a casa" tras las próximas elecciones generales, necesitan procurarse de una "ley de inseguridad ciudadana" que permita "quemar las calles con impunidad" y celebrar "manifestaciones ilegales sin ninguna consecuencia".

Aspectos que para Vox se facilitan con la reforma legislativa que está tramitando el Parlamento y a la cual su partido se opone porque "quieren llenar el Parlamento nacional de Albertos Rodríguez", en referencia al diputado de Podemos que perdió su escaño tras ser condenado por atentado a la autoridad al golpear a un policía.

Buxadé ha considerado "histórica" la manifestación de agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil, policías locales y otros cuerpos celebrada el sábado pasado en Madrid, y que recibió el apoyo expreso de su formación, con la asistencia de varios dirigentes encabezados por su líder, Santiago Abascal.

Eso sí, ha apuntado que aunque Vox ha recibido a representantes de sindicatos y asociaciones policiales, respeta la autonomía de estas entidades en su ámbito de actuación y ha recalcado que los ciudadanos quieren que el "monopolio de la violencia legítima" lo ejerzan los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y no "las hordas separatistas y de extrema izquierda".

De hecho, ha asegurado que el PCE (su secretario general, Enrique Santiago, ha reprochado a Vox que quiera apropiarse de las fuerzas policiales) es "el partido de los delincuentes" y ha denunciado los ataques e insultos que sufren a militantes de su formación política en mesas informativas, especialmente en Cataluña, donde, ha dicho, "no hay libertad política desde hace muchísimos años".