Vox ha asegurado que la presidenta de la Mesa del Congreso, Meritxell Batet, había decidido inhabilitar al diputado de Podemos Alberto Rodríguez, atendiendo al requerimiento del Tribunal Supremo, pero si en el último momento ha cambiado de opinión -han dicho- habrá sido por presiones de la formación morada.

De hecho, el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, en rueda de prensa tras concluir la reunión de la Mesa, se ha congratulado de que Batet hubiera decidido que prevaleciera "el Estado de derecho y la razón" remitiendo al Supremo de manera inmediata la suspensión del acta a Rodríguez.

Una versión que no se corresponde con la decisión adoptada por este órgano, que lo que ha acordado es pedir una aclaración al Alto Tribunal sobre si debe retirar el escaño al diputado morado después de haber sido condenado a una pena de prisión, conmutable por una multa de 540 euros, que ya abonó, y la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.

Como miembro de la Mesa por la cuota de Vox, el vicepresidente cuarto, Ignacio Gil Lázaro, ha comparecido junto a Espinosa y ha detallado que Batet ha explicado durante la reunión que tenía muy claro lo que había que hacer con Rodríguez, que era inhabilitarle, y que, por tanto, procedería a ejecutar esa sentencia.

Ahora bien, ha dicho Gil Lázaro, si en la media hora que Batet se ha tomado para redactar el escrito que iba a remitir al Supremo para comunicarle que procedía a acatar la inhabilitación del diputado morado ha cambiado de opinión "por presiones externas", eso es otra cosa y lo denunciarán, aunque ha dicho que no creía que lo hubiera hecho.

Desde Ciudadanos, Miguel Gutiérrez ha cargado contra Batet por no haber puesto fin a este "espectáculo" y cerrar este capítulo ante un requerimiento directo del Supremo sobre un diputado condenado por pegar una patada a un policía.