El excomisario José Villarejo ha enviado un burofax a la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, en la que pide comparecer mañana en la comisión de investigación del caso Kitchen bajo el protocolo de la comisión de secretos, lo que implica que la comparecencia sea a puerta cerrada.

En su escrito pidiendo amparo a Batet, al que ha tenido acceso Efe, expone que pese a su "voluntad de colaboración", las notas informativas que constan en la causa que se sigue contra él en la Audiencia Nacional y que fueron elaboradas siendo, dice, "agente de inteligencia", están sometidas a la Ley de Secretos Oficiales, por lo que considera que hablar abiertamente de ello violaría ese secreto.

Este es el motivo por el que reclama realizar su testimonio ante la comisión bajo el protocolo de la comisión de secretos, "salvaguardando los intereses de las instituciones y en suma de nuestra soberanía nacional".

Fuentes parlamentarias sin embargo consideran que esta petición no se podrá conceder porque entienden que Villarejo está pidiendo "una cosa que no existe". "Eso es imposible", aseveran.

Para mayores garantías en su comparecencia, el excomisario solicita también estar acompañado por su abogado, Antonio José García Cabrera, y para que la "asistencia sea real y efectiva" pide que se siente su lado, "contiguo a mí, para poder asesorarme sobre las consecuencias" de sus respuestas, precisa.

De esta forma, según explica, pretende evitar que esas respuestas "puedan interpretarse como menoscabo a la autoridad judicial" que instruye la macrocausa contra él en la Audiencia Nacional porque, asegura, su voluntad es "seguir colaborando con la instrucción judicial y también en la actividad parlamentaria" de la comisión.