El vicepresidente de Afganistán, Amrulá Salé, ha anunciado que tomará el control de la situación de seguridad en la capital del país, Kabul, ante el gran incremento de delitos en los últimos meses, alimentados por la crítica situación sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus.

Salé asumirá así "la responsabilidad de seguridad" en la ciudad durante "algunas semanas", antes de avisar de que "no habrá piedad con los criminales", según un comunicado publicado a última hora de este viernes en Facebook.

El vicepresidente ha anunciado en este sentido la preparación de una "lista de delincuentes, incluidos ladrones, asaltantes, vándalos, extorsionadores y usurpadores de tierras" para procesarlos.

El anuncio se produce después de que el número de delitos, incluidos robos y atracos, haya aumentado significativamente en Kabul. El jueves, un grupo de ladrones ingresó a una escuela secundaria exclusivamente masculina para robar a los estudiantes.

A principios de este mes, otro grupo de delincuentes detuvo un minibús que transportaba a estudiantes universitarias para robarles sus pertenencias.

Se considera que la pobreza y las altas tasas de desempleo son las principales razones del aumento de la tasa de delincuencia, a lo que hay que añadir la amenaza de la COVID-19. En este sentido, el Ministerio de Salud Pública ha informado este sábado de 40.141 casos totales y 1.488 desde la declaración de la pandemia, según cifras recogidas por la cadena Tolo News.