El coronavirus no da tregua a la sociedad española. Si durante las jornadas del confinamiento se veían los meses de veranos como el momento idóneo para que la capacidad de contagio disminuyera antes de una bajada notable de temperaturas con la llegada del otoño. Pero parece que el repunte de contagios ha llegado mucho antes de lo esperado y este miércoles se ha alcanzado la cifra de 1.153 contagios en 24 horas, la cifra más alta desde el 1 de mayo cuando España estaba completamente confinada.

Por aquel entonces, solo hace tres meses, los españoles se preparaban para los primeros paseos autorizados y para empaparse de las distintas normas que regirían las famosas fases que marcaron las semanas posteriores. El primer día del mes de mayo, el Ministerio de Sanidad reportó 1.175 nuevos casos, una cifra muy parecida a la registrada en las últimas horas y que demuestra que el virus no está dando tregua y que las insignificantes bajadas que observamos alguno de estos días no pueden esconder una tendencia creciente que se está viviendo desde mediados del mes de junio.

En relación con las comunidades autónomas, Aragón, Cataluña y Madrid son las regiones que registran más contagios. En la comunidad aragonesa se han superado los 400 casos en esta jornada y en Cataluña y Madrid en torno a 200 en cada región.

También hay datos que deben ser observados y analizados con cierta perspectiva. Por ejemplo si se mira la incidencia en relación con la población en una escala de tiempo más amplia, Navarra, con 73 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días, es la región que más casos registra en función de esta ecuación por encima de Cataluña (66,1), País Vasco (38,5) y la Comunidad de Madrid (21,23).

El impacto del virus se hace notar a lo ancho y largo de España, pero se producen algunas diferencias notable en función de las comunidades autónomas. Las más afectadas son Cataluña, País Vasco, Comunidad de Madrid y Navarra. Detrás está Murcia, con 20 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días. También la Comunidad Valenciana y La Rioja están por encima de los 10 y todas las demás regiones se sitúan por debajo de la decena.

A pesar de que la cifra es comparable con la del mes de mayo, los expertos explican que no nos encontramos en la misma situación que la última fase del confinamiento total, por lo que hay que hacer una lectura distinta pero también con cierta preocupación.

El 1 de mayo, la presentación de los datos se hacía todavía con la metodología antigua, la que fue aplicada por las autoridades sanitarias hasta el 25 de mayo. Los datos se reportaba el día previo, sin tener en cuenta la fecha de diagnóstico. Pero esta apreciación deja un dato aún más alarmante, ya que con la metodología antigua estaríamos hablando este miércoles de 2.031 casos reportados en las últimas 24 horas.

En lo positivo, en la actualidad hay una capacidad de diagnóstico mucho mayor a la de entonces. A comienzos del mes de mayo se hacían pruebas a menos de la mitad de las personas que presentaban síntomas y el porcentaje de positivos estaban entre el 5% y el 10%. En la actualidad el porcentaje de pruebas supera el 90% y solo se registran como positivo el 1,2%.

El perfil de personas en las que se está detectando la infección también está cambiando, son cada vez personas más jóvenes. A principios del mes de mayo la media de edad rondaba los 60 años y ahora baja hasta los 41. Según los expertos, este cambio de tendencia se puede producir porque la gente más mayor ha decidido protegerse más frente a la pandemia, pero también a que se están realizando muchas más pruebas. Que baje la media de edad de las personas infectadas es positivo desde el punto de vista sanitario, ya que antes la mayoría de casos en personas mayores presentaban complicaciones y necesitaban mayor asistencia sanitarias.

Si comparamos el número de hospitalizaciones y fallecidos, el 1 de mayo hubo 732 hospitalizaciones y 281 fallecidos. Este miércoles, 29 de julio, se han registrado 427 ingresos y nueve fallecidos durante la semana previa (el dato ya no es diario), lo que supone una media de 61 ingresos diarios.

Por la tanto la presión hospitalaria está lejos de alcanzar los datos de los primeros días de mayo. Pero en ciertas zonas como Aragón o Madrid se están preparando para que una posible saturación sanitaria no provoque el caos de aquellos días. Lo que está claro que estas comunidades sí que están notando una mayor necesidad de recursos sanitarios para atender a todos los positivos que están apareciendo en las últimas jornadas.