La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, ha advertido hoy de que el Gobierno no va a aceptar "imposiciones y chantajes que implican no respetar la Constitución y las leyes", tras insistir en que el diálogo "debe ir unido al respeto a la ley".

Durante una intervención en la conferencia "Empleo, pensiones y retos de futuro", organizada por el PSN en Pamplona, la ministra ha reivindicado la "recuperación del diálogo social" y la "participación y coordinación con todas las comunidades autónomas" como signo propio y metodología del Gobierno.

Valerio ha extendido este deseo de diálogo al resto de formaciones en el Congreso de los Diputados para la aprobación de los próximos Presupuestos Generales del Estado, un asunto sobre el que ha señalado, sin nombrar a la crisis política catalana, que espera y desea que decaigan las enmiendas a la totalidad a las cuentas "a pesar de las turbulencias políticas" .

"Queremos seguir en el Gobierno, y no vamos a aceptar imposiciones y chantajes que implican no respetar la Constitución y las leyes", ha advertido tras instar al "sentido de Estado y de responsabilidad" de "algunos líderes políticos de la derecha de este país".

Valerio ha glosado el trabajo realizado desde su llegada hace 8 meses a un ministerio del que "prácticamente no hay nadie que no dependa de una u otra manera".

Tras reivindicar la "legitimidad" del acceso del PSOE al Gobierno a través de una moción de censura "constructiva", Valerio ha recalcado que al Gobierno no le preocupa que "algunos" les llamen "okupas".

Ha valorado la recuperación de la "metodología" del diálogo social y la "intensificación" de las relaciones con las comunidades autónomas" a través de la convocatoria de conferencia sectoriales en materias como empleo o migraciones.

El refuerzo de la Inspección de Trabajo, los futuros planes de empleo para jóvenes y para desempleados de larga duración, o los avances en la Mesa de la Seguridad Social han sido otros de los puntos explicados por Valerio.

La ministra también ha reconocido que hay que prepararse para la jubilación de la "generación del baby-boom" con una "reorientación de la fiscalidad y completar las cotizaciones con impuestos".

En cuanto a la reforma laboral, ha reconocido su interés en derogar "los aspectos más negativos" de la llevada a cabo por el PP, aunque consciente de que el PSOE solo suma 84 escaños en el Congreso, y ha avanzado su interés por atraer al resto de partidos de la izquierda y a partidos nacionalistas como PNV y PDeCat, con el "plan B" de intentar "lo máximo posible" por vía del real decreto.