Unidas Podemos no quiere que el acto organizado en el Congreso para conmemorar el 40 aniversario del fracaso de la intentona golpista del 23-F se use para intentar "blanquear" a Juan Carlos I frente a "los graves casos de corrupción" de los que le acusa, y además pretende que el actual Jefe del Estado, Felipe VI, aproveche la ceremonia para condenar el franquismo.

Así lo ha señalado, en rueda de prensa en la Cámara Baja, el secretario primero del Congreso y diputado de En Comú, Gerardo Pisarello, quien ha confirmado que "seguramente" Unidas Podemos asistirá a este acto.

El homenaje fue aprobado por unanimidad en la Mesa del Congreso a la que pertenece Pisarello, sin apenas debate y sin necesidad de votación. No obstante, en declaraciones a los medios ha querido poner de manifiesto este miércoles cuál debería ser el mensaje que se debería trasladar.

Aunque el papel de Juan Carlos I fue clave para hacer fracasar la intentona golpista, Pisarello sostiene que el acto del martes no puede ser "un lavado de cara" del Rey emérito, que a su entender lleva "200 días huido" en Abu Dabi por "corrupción". El diputado de En Comú cree que "la ciudadanía no quiere" que el anterior jefe de estado sea homenajeado", sino que lo que pide es que regrese a España y sea juzgado.

EL FRANQUISMO "VUELVE A CAMPAR" A SUS ANCHAS

Y también pretende que Felipe VI, como máximo mando de las Fuerzas Armadas, condene el golpismo, en general, y el franquismo en particular, porque considera que hoy "vuelve a campar" no sólo en el Congreso --en alusión velada a Vox-- sino entre las Fuerzas Armadas y las calles.

En este punto, ha destacado que Juan Carlos de Borbón conocía las operaciones golpistas del 23-F "y que incluso estuvo implicado en algunas aunque, al final, desautorizara a Tejero" para denunciar que ni el Rey emérito ni su hijo hayan condenado "nunca" el franquismo.

Por tanto, el parlamentario de En Comú cree que el acto del próximo martes en el Congreso sería "una buena ocasión" para que Felipe VI condenase "de manera clara" el franquismo y a quienes hoy reivindican "de manera expresa" el golpismo, no sólo el de 1981. Y es que, en su opinión, ninguno de los dos jefes del Estado lo hayan hecho hasta la fecha, lo que tacha de "inconcecible".

"No necesitamos ninguna celebración mítica del pasado ni lavado de cara al Rey emérito ni a la derecha golpista neofranquista; lo que necesitamos es un mensaje de futuro comprometido con la democracia" ha resumido.