Al menos tres civiles, uno de ellos un niño, han muerto y diez más han resultado heridos por la explosión de una bomba colocada en una motocicleta en un mercado de la localidad de Al Busaira, en el norte de Siria bajo control de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).

La localidad se encuentra a unos 35 kilómetros al este de la ciudad de Deir Ezzor, según informa la agencia de noticias kurda Firat, que apunta al Estado Islámico como posible responsable del atentado.

"La de Al Busaira es una de las regiones de Deir Ezzor donde las células durmientes del Estado Islámico son particularmente activas", ha indicado la agencia de noticias.

En lo que va de semana son cuatro las personas que han muerto en supuestos ataques del Estado Islámico. El jueves un civil murió tiroteado por individuos no identificados que dispararon desde una motocicleta y el viernes fue atacado un control de las fuerzas de seguridad en la cercana localidad de Sabha.

La detonación ha afectado gravemente a varios comercios y ha provocado importantes daños materiales, según la agencia de noticias oficial siria, SANA, que cifra en diez los heridos y advierte de que algunos de ellos están en estado crítico.

Las FDS, una coalición de milicias kurdo-árabes, anunciaron el 23 de marzo de 2019 la toma de Baghuz y la caída del conocido como califato territorial de Estado Islámico, que ya no controla ninguna zona en Siria e Irak, donde fue derrotado en diciembre de 2017.

Sin embargo, el grupo ha incrementado sus ataques durante los últimos meses, especialmente en Deir Ezzor y en el triángulo entre las provincias de Alepo, Hama y Raqqa, lo que ha provocado que el Ejército de Rusia haya aumentado igualmente sus bombardeos en apoyo a las tropas gubernamentales.