El exjefe de los Mossos Josep Lluís Trapero ha recalcado hoy que los sindicatos del cuerpo mostraron su "malestar" con un Govern que estaba "favoreciendo" o "impulsando" un "acto ilegal" y al tiempo tenía un cuerpo policial que gubernativamente dependía de él y que tenía el mandato judicial de impedirlo.

Eso generaba "inquietud" en los sindicatos y en general en todo el cuerpo, ha recalcado el mayor en la segunda parte de su testifical ante el Supremo en el juicio del "procés", en concreto a preguntas del abogado de Joaquim Forn, Xavier Melero.

En la sesión matinal, Trapero ha declarado que se sentía "incómodo" con la deriva política en los meses previos al 1-O y que las declaraciones de Forn en las que afirmó que los Mossos asegurarían que la gente pudiera votar el 1-O tenían "un punto de irresponsabilidad".

Por la tarde, a preguntas del letrado de Joaquim Forn, ha añadido que esas palabras "causaron bastante malestar porque confundían a la gente sobre el papel de Mossos y daba la impresión de lo que no era". "Dio una imagen que alimentó algo que estamos pagando y que no se adecúa a la realidad. Por eso se lo censuramos y fue irresponsable", ha dicho.

Y ha añadido que en los sindicatos y en general en el cuerpo había esa "inquietud" y "malestar" por las declaraciones y acciones del Ejecutivo en defensa de un "acto ilegal" que los agentes tenían orden judicial de impedir.

Eso sí, ha dejado claro que el exconseller fue "contundente" al argumentar que los Mossos dependían de los jueces y fiscales al actuar como policía judicial. También ha dejado claro que no recibieron órdenes políticas.