El Tribunal Supremo ha dado un plazo de tres días a las partes para que se pronuncien sobre los incidentes de recusación presentados por seis de los acusados en la causa del "procés" contra el presidente del tribunal que enjuiciará los hechos, Manuel Marchena, al que acusan de tener vínculos con el PP.

Las recusaciones fueron planteadas ayer por el exvicepresidente del Govern Oriol Junqueras, los exconsellers Raul Romeva, Jordi Turull y Josep Rull, el expresidente de la ANC Jordi Sánchez y el presidente de Omnium Cultural, Jordi Cuixatr, tras la filtración del mensaje de wasap del portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó.

Todos ellos denuncian los supuestos vínculos de Marchena con el PP, por lo que en caso de mantenerse la composición del tribunal, aseguran que no se puede garantizar la imparcialidad a sus clientes, lo que vulneraría los derechos de sus defendidos a un juicio justo.

Así, la Sala que juzgará los hechos ha dictado hoy una providencia en la que concede un plazo de tres días a las partes para que informen sobre los incidentes de recusación y nombra un instructor para que recopile dichos escritos. También el propio Marchena deberá presentar un escrito como recusado.

Tras ello, el instructor puede bien rechazarlo de plano o enviarlo a la conocida como la sala del 61 que resuelve sobre las recusaciones contra presidentes de sala del Tribunal Supremo.

Fuentes del alto tribunal consideran que previsiblemente será esta sala especial la que deberá fallar sobre la recusación, como ya sucedió el pasado verano cuando los acusados trataron de recusar sin éxito a toda la sala que enjuiciará los hechos.

La defensa de Rull, Turull y Sánchez solicitó la recusación del magistrado "dados los vínculos expuestos del Sr. Presidente con la formación política que reclama severas condenas para ellos", mientras que Junqueras y Romeva denuncian "falta de imparcialidad" tras el "escándalo mayúsculo" de Cosidó.

Con el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, a la cabeza, la Sala del 61 está formada por cada uno de los presidentes de las cinco salas del alto tribunal y por el magistrado más antiguo y más moderno de cada una de ellas, aunque Marchena -presidente de lo Penal- no podría formar parte del mismo.