El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha afirmado que es el momento de poner en marcha, como respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo, "una unidad estratégica" para la autodeterminación, que considera un derecho "irrenunciable" que pertenece a los catalanes.

Torra ha acudido hoy al Supremo para dar su apoyo a los presos independentistas en la última jornada del juicio del "procés", junto a miembros de la Generalitat, una delegación de ERC encabezada por el vicepresidente, Pere Aragonés, y el portavoz del partido en el Congreso, Gabriel Rufián.

Al finalizar el juicio, el presidente catalán se ha desplazado al Centro Cultural Blanquerna y allí, en una declaración institucional, ha dicho que es hora" de "compartir un horizonte y un rumbo", dejando de lado "las diferencias", con el fin de defender los derechos civiles y políticos de los catalanes, incluido el derecho de autodeterminación.

La respuesta a la sentencia, considera Torra, no puede ser otra que reafirmar un derecho que "no pertenece" ni a las instituciones catalanas, ni a un Parlamento y menos a un presidente, sino "a todo un pueblo" y, por tanto, ha defendido, que "es irrenunciable".

El presidente de la Generalitat ha apelado a "la conciencia" de los dirigentes de los partidos y entidades cívicas catalanas, así como a los grupos parlamentarios frente al inicio de la redacción de la sentencia del Tribunal Supremo, que cree que denota la manera en que el Estado se relaciona con Cataluña.

"En el banco de los acusados y en la cárcel hay personas honorables, demócratas pacíficos, que son privados de libertad desde hace ya casi dos años", ha opinado, y ha afirmado que "el Estado español quiere juzgar algo más que a estas personas y a sus ideas".

Por ello, sostiene que lo que se pretende "juzgar y sentenciar" es "el anhelo democrático de libertad de todo un pueblo, su derecho más fundamental de autodeterminación, de decidir libremente su futuro.

Torra ha añadido que los tribunales europeos finalmente van a dejar claro que no había indicios de rebelión ni de sedición para este juicio, que ha tildado de "farsa".

El juicio del "procés" ha quedado visto para sentencia en el Tribunal Supremo cuatro meses después de su inicio con un alegato político de los acusados en el uso de su última palabra.