El Gobierno de Sri Lanka ha anunciado que comenzará a imponer a partir de este viernes multas y penas de cárcel a cualquier persona que ignore la normativa de seguridad sanitaria destinada a combatir la propagación del coronavirus en el país.

Quienes no lleven mascarilla en lugares públicos o violen la distancia de seguridad podrían enfrentarse a una pena de seis meses de cárcel o a una multa de 10.000 rupias (unos 50 euros), según ha anunciado el Gobierno ceilandés en un decreto emitido por la ministra de Sanidad, Pavithra Wanniarachchi, y recogido por el diario nacional 'Daily Mirror'.

También a partir de este viernes las tiendas y las oficinas deberán instalar desinfectantes de manos, registrar a sus clientes y restringir el exceso de aforo en aquellas zonas con más contagios, en virtud de la nueva normativa impuesta tras la llegada de la segunda ola de casos al país.

Desde el pasado 3 de octubre un total de 1.789 personas han dado positivo en las pruebas y más de 10.000 se encuentran en cuarentena. Además, 19 zonas próximas a la capital, Colombo, se encuentran bajo toque de queda por focos localizados como el de una fábrica textil en Minuwangoda, donde 1.500 empleados se han contagiado.

Precisamente este foco ha sido el que ha provocado el endurecimiento de las medidas en un país donde, hasta entonces, solo se habían registrado 3.500 casos entre enero y principios de octubre y 13 personas habían muerto por la enfermedad.