Los partidos políticos que conforman el Gobierno de Melilla, Coalición por Melilla (CPM) y PSOE, junto con el exlíder de Ciudadanos (Cs) en la ciudad, Eduardo de Castro, se reunirán próximamente para abordar la situación después de que este haya sido expulsado de la formación naranja.

A preguntas de los periodistas, el consejero de Infraestructuras, Urbanismo y Deportes, Rachid Bussian (CPM), ha explicado este lunes que está previsto que "en las próximas horas" se reúnan los tres líderes políticos, ya que De Castro "tiene que dar las oportunas explicaciones", que "son lógicas" tras lo sucedido.

La formación cepemista, que es mayoritaria en el Gobierno regional al aportar ocho diputados junto a los cuatro del PSOE y el único del propio De Castro, cree que la decisión de Cs de expulsar al presidente melillense "no trastoca" el posicionamiento de CPM.

Aunque Bussian ha dicho desconocer si cabe recurso sobre la situación en la que queda De Castro, ha apuntado que "hay sentencias que le avalan para que continúe y no sufra la salida del Ejecutivo", si bien ha admitido que la opinión jurídica corresponde adoptarla a los servicios jurídicos y a la Mesa de la Asamblea a la hora de "interpretar o no un artículo del Reglamento" de la Cámara.

Bussian se ha referido así al artículo 24.3, según el cual "si el diputado de la Asamblea que se separe ocupara un puesto electivo en los órganos de la Cámara, cesará inmediatamente en el mismo, debiendo realizarse una nueva elección".

Al margen de esta interpretación jurídica sobre el "escenario posible" que se podría dar en la Asamblea a raíz de la decisión de Cs de expulsar a De Castro, Bussian ha opinado que el presidente de la Ciudad Autónoma no es "un tránsfuga, ni mucho menos".

En cuanto a la aplicación de códigos éticos, como insiste el PP, Bussian ha considerado que este partido no puede dar "ninguna lección" al respecto porque, según ha dicho, Imbroda "fue presidente con el apoyo de dos tránsfugas", por lo que su exigencia actual supone "liderar un auténtico cinismo y la hipocresía política de la ciudad".