Tras un semestre con las actividades restringidas al máximo por la pandemia del coronavirus, el Senado ha vuelto este viernes a acoger un acto cultural para presentar un libro en el que se rememora el enorme padecimiento de los exiliados republicanos a través de la mirada del dibujante Josep Bartolí.

"La Retirada", volumen publicado por El Mono Libre, incluye dibujos de este artista catalán que como miles de republicanos cruzó la frontera francesa para huir a Francia al término de la Guerra Civil, y tras pasar por varios campos de concentración logró huir hasta que finalmente acabó en México y después en Nueva York.

Además de sus dibujos que describen las atrocidades vividas en los campos y cuya contemplación ha admitido la presidenta del Senado, Pilar Llop, que le ha llevado hasta el "infierno", el libro recrea sus vivencias y las de su familia mediante textos de su sobrino Georges Bartolí, fotoperiodista que también incorpora fotografías captadas en lugares emblemáticos de la Guerra Civil.

Se trata de la memoria de su tío Josep, de su familia y del casi medio millón de españoles que huyeron de la Dictadura y que no tuvieron una buena acogida en territorio francés, donde sufrieron humillación, maltrato, penalidades y, muchos de ellos, la muerte.

Todo ello lo describe a través de unos dibujos de enorme fuerza expresiva en los que no hay "épica", en palabras del director general de Memoria Democrática, Diego Blázquez, quien explica que Josep Bartolí "no pretende construir un discurso épico".

Al acto de presentación ha asistido su sobrino Georges, quien ha repasado muchos recuerdos que conserva de su tío, al que conoció cuando ya vivía en Nueva York y al que considera "un dibujante excepcional" que le dejó un legado vital, emocional e histórico que él se ha preocupado de conservar y difundir.

"Me confió la misión de no callar" -ha explicado- respecto a todo lo que vivió aquel artista del que destaca su necesidad imperiosa de "testimoniar" a través de sus dibujos.

Por ello lo primero que hacía al llegar a cada campo de concentración era conseguir papel y una libreta; luego llegó a enterrarlos en la arena para salvarlos.

Georges Bartolí, nacido en Francia, de fuertes convicciones republicanas, salpica sus recuerdos de reflexiones políticas y también éticas para concluir: "La memoria la tenemos, lo que nos falta hoy es la justicia".

La presidenta del Senado, Pilar Llop, ha asegurado que "La Retirada" constituye "un testimonio estremecedor de la inhumanidad y de la barbarie, pero también un ejemplo de lucha y resistencia" del medio millón de exiliados "cuya historia fue arrebatada y ahora tenemos que recuperar".

"La memoria une, mientras que el olvido, otra forma de llamar a la mentira, impide la convivencia y la concordia", ha aseverado.

En su opinión, cada generación tiene derecho a "recuperar su memoria" y también "el deber de mirar con justicia y dignidad su propia historia".

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Por eso, justamente cuando el Gobierno acaba de aprobar el anteproyecto de ley de Memoria Democrática, Llop dice que es una "obligación" para las instituciones implicarse en esta labor "porque significa defender la democracia, la convivencia y la decencia".

El director general de Memoria Democrática, Diego Blázquez, ha advertido por su parte que todos los países tienen "una historia sucia, difícil de tratar" y que no se puede reducir a "héroes y villanos", algo que demuestra el libro con las imágenes de Bartolí.

Lo ve como una obra "excepcional" porque además de contar una historia personal y abordar su dimensión colectiva su ámbito llega hasta hoy en día, en un momento en que es preciso recuperar la memoria de los exiliados.

"La Retirada" fue publicado en Francia hace 11 años y no había sido traducido al español hasta que la editora Ana García D'Atri se percató de ello.

Sale a la luz mientras se espera el estreno de la película de animación "Josep", que con dibujos del francés Aurel recrea la historia de Bartolí y la crueldad con la que fueron tratados los exiliados republicanos.