Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una banda acusada de robar 17 toneladas de cables telefónicos de zonas rurales y han detenido a sus seis integrantes, dos de los cuales son propietarios de una empresa de reciclaje de Montcada i Reixac (Barcelona), a través de la que daban salida al cable robado.

La policía catalana ha informado este domingo de que se calcula que los detenidos, que quedaron en libertad tras declarar ante el juez, consiguieron unos 72.000 euros de beneficio de la reventa del cobre.

La investigación policial se inició el pasado año tras contabilizar 52 robos de cable telefónico en diferentes puntos de la provincia de Girona, 29 de ellos en la comarca del Alt Empordà.

Los ladrones robaron un total de 30 kilómetros de cableado causando daños valorados en más de 300.000 euros y dejando sin servicio telefónico a cerca de 6.000 vecinos de la zona, algunos de ellos ancianos que se quedaron de esta manera sin el servicio de teleasistencia.

El grupo siempre actuaba de noche, en zonas boscosas cercanas a carreteras secundarias en las que el cableado telefónico estaba cerca de la vía y descolgaban los cables sin llegar a cortarlos para no alertar a los vecinos y para comprobar si tenían alarma.

Después, volvían a la zona, cortaban finalmente el cable y se lo llevaban a una zona agrícola en Ripollet (Barcelona), donde pelaban el cable y se quedaban solo con el cobre de su interior.

Desde la empresa de reciclaje propiedad de dos de los detenidos se daba salida al cobre robado, falseando los libros de registro y las facturas, ya que este tipo de establecimientos tiene la obligación de registrar todas las ventas y enviar semanalmente los datos a la policía, ya que se trata de empresas reguladas por la ley de Seguridad Ciudadana.