Ana Márquez y Pepi Cardenete

Gritos de "Sí se puede" han resonado en Génova, la sede del Partido Popular, tras una noche electoral de resultados ajustados que, a pesar de la pérdida de votos, han sabido a victoria para el candidato a la alcaldía, José Luis Martínez-Almeida, y su homóloga a la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso.

Los populares no esperaban esta remontada. Ni siquiera habían instalado el balcón para celebrar los resultados pero tras el transcurso del escrutinio los ánimos se han calentado en los pasillos de Génova y comenzaban a retumbar los aplausos y gritos de "alcalde" y "presidenta".

Una euforia ante unos resultados que, para nada, son los mejores registrados por el partido en su historia ya que han sufrido una caída de votos -equivalente a escaños- que les han posicionado en las instituciones en una segunda posición pero con la puerta abierta a encabezar el gobierno.

En la Asamblea de Madrid, Ayuso ha logrado 30 escaños, dieciocho menos que en las pasadas elecciones del 2015. Sin embargo, podría gobernar con el apoyo de Ciudadanos (26) y Vox (12), ya que estos tres partidos logran la mayoría absoluta frente al bloque de la izquierda, integrado por el PSOE (37), Más Madrid (20) y Podemos (7).

Lo mismo ha sucedido con Almeida, que también ha conseguido una segunda posición con 15 concejales, con una caída de seis ediles, lo que le permitiría formar gobierno con Ciudadanos (11) y Vox entraría por primera vez en el Ayuntamiento con 4 representantes.

A pesar de estos resultados, los populares han saboreado como una victoria la posibilidad de mantener la Asamblea y volver al Palacio de Cibeles y "echar" a Manuela Carmena de la alcaldía.

Los ánimos a primera hora eran prudentes antes las primeras encuestas a pie de urna que se han dado a conocer en las que se pronosticaba que el PSOE ganaría las europeas y en la Comunidad de Madrid y Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital.

A medida que avanzaba el escrutinio, a los populares se les han ido poniendo los dientes largos ante la posibilidad de mantenerse en los resultados y rascar hasta el último voto.

Un abrazo entre Almeida y Ayuso, que se ha visto a través de los ventanales exteriores de Génova, ha provocado el revuelo de los periodistas que han corrido para intentar captar la imagen pero la persiana se ha bajado y se ha empezado escuchar los primeros "alcalde" y "presidenta".

Los ánimos no estaban para alegrías en un inicio y era tan evidente que ni siquiera en el exterior de la sede se había instalado el tradicional balcón de celebración pero los operarios han empezado a trabajar al filo de la medianoche para montar un improvisado escenario que serviría para reclamar "la remontada a La Moncloa", con unos resultados ajustados hasta el último minuto.

En las pasadas elecciones generales del 28 de abril, el exterior de Génova estuvo desolado pero, esta vez, alrededor de medio centenar de militantes y simpatizantes del partido han recibido al grito de "Sí se puede" a sus líderes, ondeando banderas del Partido Popular y de España.

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Tras esta apretada noche electoral, los candidatos celebrarán sus segundos puestos pero a partir de mañana comienza otro partido: el de lograr formar gobierno.