El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado este miércoles confrontar directamente con el líder de Vox, Santiago Abascal, y ha preferido dirigirse al presidente del PP, Pablo Casado, para pedirle que no se deje "arrastrar" por la "crispación" de "la ultraderecha" y no se ponga de perfil en la moción de censura que debatirá el Congreso la próxima semana.
Durante la sesión de control al Gobierno en la Cámara Baja, Sánchez ha defendido la legitimidad del Ejecutivo de coalición PSOE-Unidas Podemos y ha desafiado a Vox a medir el apoyo con el que cuentan en la moción de censura que se debatirá la próxima semana.
En este punto, se ha dirigido directamente a Casado para pedirle que no caiga en la estrategia de "crispación e insultos" de Vox y piense cuál será su postura en la moción de censura que debatirá el Congreso la próxima semana. "Insto a que rectifique, centre a su partido, se modere y vuelva el PP a ser un partido de Estado", ha reclamado.
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