El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido este viernes a la Unión Europea que escuche a los países del Mediterráneo, porque representan el 45 % de su población, tienen una renovada pujanza y aspiran a conseguir una mayor influencia en marco europeo como parte de la solución a los problemas generados por la guerra de Ucrania.

En comparecencia junto al resto de líderes asistentes a la IX Cumbre Euromediterránea, Sánchez ha recordado que los nueve países que forman parte de este grupo (España, Francia, Portugal, Grecia, Malta, Chipre, Eslovenia, Croacia e Italia) ya se adelantaron en la última cumbre, celebrada en septiembre del pasado año en Atenas, al plantear la necesidad de encontrar soluciones al alza de los precios de la energía.

Sánchez ha recalcado la importancia de una autonomía estratégica abierta en Europa, con especial atención a la energía, tras revelar la agresión rusa a Ucrania la dependencia en esta materia y ha destacado las propuestas que ha ido aportando España para aliviar la situación.

"Los países del Mediterráneo podemos construir la agenda europea", ha remarcado, antes de explicar que este mensaje ha sido trasladado en la Cumbre Euromediterránea tanto a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, como al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que han asistido como invitados.

Todos los países presentes en la cumbre han destacado la necesidad de mantener la unidad y la solidaridad europea frente al chantaje del presidente ruso, Vladímir Putin, según ha indicado el jefe del Gobierno español.

Ha confiado además en que se pueda llegar un acuerdo "con ajustes" sobre la propuesta de la Comisión para fijar un precio máximo al gas, con un tope que sea "dinámico y efectivo", y ha afirmado que se ha acordado trabajar conjuntamente en esa dirección.

Sánchez ha defendido el refuerzo de las interconexiones energéticas de la Península con Europa y ha abogado por establecer unas nuevas reglas fiscales desde el punto de partida presentado por Bruselas, que ha calificado como bueno.

Una reforma, ha dicho, que debe permitir preservar unas finanzas públicas sólidas y solidarias.

Por último, ha pedido no olvidar los retos que plantea la preservación de la biodiversidad del Mediterráneo y la necesidad de prestar atención a la vecindad sur, al compartir desafíos y cuya estabilidad es fundamental para Europa.