El secretario general de Junts per Catalunya (JxCat), Jordi Sànchez, ha acusado este martes al presidente del PP, Pablo Casado, de "verter mentiras" para alimentar tensiones sobre la polémica de la situación lingüística que se vive en la educación en Cataluña.

En declaraciones a los medios a su salida de los Juzgados de Primera Instancia de Madrid, Sànchez ha afirmado que se querellará contra Casado, después de que este no haya acudido al acto de conciliación de la querella presentada contra él por un delito de calumnias, injurias e incitación al odio consecuencia de sus afirmaciones sobre la enseñanza en Cataluña.

JxCat interpuso una querella contra Casado por sus afirmaciones sobre la enseñanza en Cataluña, entre ellas, que "hay profesores con instrucciones de no dejar ir al lavabo a niños porque hablan castellano" y que a estos "les ponen piedras en la mochila".

"Ha llegado el momento de decir basta, de no aceptar más mentiras. Los tribunales tienen que actuar y frenar de una manera radical esa actitud", ha dicho Sànchez.

El político catalán también ha declarado que desde su partido viven con preocupación el trabajo paralelo que, a su parecer, se hace entre políticos y algunos miembros del poder judicial para limitar "sistemáticamente" el normal uso de la lengua catalana en el ámbito educativo.

En opinión de Sànchez, el líder del PP mintió al señalar situaciones de supuesta discriminación contra niños en las escuelas catalanas y también cuando hizo referencias sobre su persona y partidos catalanes como JxCat, que gobiernan en Cataluña.

Sobre las acusaciones de Casado sobre Sànchez de haber destrozado unos vehículos de la Guardia Civil en septiembre de 2017, el líder de JxCat ha asegurado que, cuando interponga la querella, quedará perfectamente reflejado en las anotaciones de la propia sentencia que estos vehículos no fueron destrozados por su persona ni por Jordi Cuixart, quienes han asegurado no ser responsables de ningún acto violento.

Al contrario, Sànchez ha afirmado que el Tribunal Supremo reconoce que su actitud llamando a la pacificación y no violenta eran motivos de elogio.

Por ello, considera que las "mentiras" de Casado para desprestigiar al adversario político, deberían suponer "en un país donde la Justicia funcionara" una condena por haber violentado la verdad y el derecho al honor.