El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, exigirá esta semana a las instituciones europeas y al resto de líderes de la UE ser más ambiciosos a la hora de adoptar medidas para frenar la subida de los precios de la energía ya que considera que la respuesta dada hasta ahora es claramente insuficiente.

Sánchez viajará este miércoles a Bruselas con motivo de la cumbre de la UE que se desarrollará hasta el viernes y, según fuentes del Ejecutivo, tiene intención de lanzar un mensaje contundente ante la necesidad de dar una respuesta común a los precios energéticos.

El problema provocado por esta escalada de precios se ha incluido en la agenda de la cumbre a instancias de España, que, según el Gobierno, ha estado marcando el debate de este asunto en la Unión Europea con diversas propuestas en solitario y conjuntas con otros países.

Unas iniciativas como la de compras conjuntas de gas que, según las fuentes, han hecho que Europa haya registrado movimientos importantes.

Pero consideran que ni la comunicación de la Comisión Europea al respecto ni los borradores de las conclusiones del Consejo reflejan lo que se necesita ante una situación que considera de emergencia.

Por ello, Sánchez insistirá en Bruselas en acordar actuaciones conjuntas de la UE, y lo hará tanto en la cumbre como en las reuniones previas que va a mantener por separado con el presidente de Consejo Europeo, Charles Michel, y con la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen.

También defenderá su posición en la reunión de líderes socialistas europeos que se celebrará horas antes de la cumbre.

En todos esos foros tendrá una posición contundente para abogar por medidas no meramente paliativas ante la escalada de precios energéticos, sino también estructurales.

Viaja a Bruselas, aseguran las fuentes, con la máxima ambición para conseguir acuerdos ante un asunto que cree que afecta a todos los socios comunitarios y convencido de que en esta cumbre no se acaba el debate, sino que, por el contrario, se va a ahondar en el mismo.

El Gobierno reconoce que se trata de un tema espinoso ante el que puede haber un debate intenso porque asume que hay posiciones distintas en el seno de la Unión Europea.

Es consciente de que hay socios que consideran que la subida de los precios energéticos es temporal y, por tanto, basta con medidas paliativas para ayudar a los más vulnerables, pero recalca que otros países piensan distinto.

En concreto, el Gobierno cita entre los países que están en su misma línea a Francia, Italia, Portugal o Grecia.

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Pero afirma que hay muchos más que respaldan propuestas concretas como eliminar la especulación de los mercados de emisiones de CO2, o la compra conjunta de gas.

Al respecto, el Gobierno recalca que la propia Comisión apoya estudiar la compra centralizada de gas y por ello lo ha incluido en su comunicación sobre este asunto.

La agenda de la cumbre no recoge ningún debate sobre la situación provocada por el hecho de que un tribunal polaco haya cuestionado la primacía del derecho comunitario sobre el de cada uno de los países miembros.

El Gobierno español cree que algún país sacará esta cuestión en la reunión, pero considera que no se podrá avanzar mucho y podría monopolizar el debate cuando hay cuestiones tan relevantes como la relativa a los precios de la energía.