El exvicepresidente del Gobierno y ministro del Interior de España, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una conferencia titulada 'La evolución de las amenazas a la seguridad desde la Transición', ha destacado la importancia de la comunicación en la lucha antiterrorista y en la construcción de un presente de buena convivencia, ya que en Euskadi todavía hay "movimientos preocupantes" en torno a las víctimas y con acciones como las placas en homenaje de los que mataron a sus familiares.

Según ha indicado la Universidad de Cádiz (UCA) en una nota, la conferencia ha estado organizada por el Ágora de Seguridad UCA-EULEN y Rubalcaba ha presentado con detalle el origen y evolución de este "movimiento de liberación nacional" que nació en 1958 "en y contra el franquismo y que en sus comienzos goza de la simpatía de la extrema izquierda, de la izquierda, tanto en España como en Europa".

En el marco de la celebración de los 40 años de historia de la Constitución de 1978, el exministro de Interior ha explicado que ETA fue "el principal obstáculo para su desarrollo", ya que "mataban para impedirla". En este sentido, ha señalado que hubo mucho más asesinatos después de su aprobación, en los primeros años de democracia, "unos 278 personas fueron asesinadas en la llamada Transición", llegando a más de 700 muertes hasta su cese en el año 2011.

Rubalcaba ha explicado que la duración de tantos años de ETA se debió a que tenía "apoyo político y social" sobre todo en el País Vasco, y precisamente desde el aislamiento a través de estas mismas fuerzas, como pueden ser las asociaciones de familiares de víctimas, al final de su funcionamiento propició junto a la intervención policial y judicial su desaparición.

En cuanto a los ejes básicos de los 40 años de lucha antiterrorista en España, ha citado a la persecución de los comandos y aparatos logístico de la banda, la legislación penitenciaria con especial incidencia en "la dispersión de los presos de ETA", la unidad de los partidos políticos democráticos como "instrumento para impedir que consiguieran tambalear el Estado" y Francia, como cooperador para acabar con el refugio exterior de los etarras.

El exministro de Interior ha recordado que todos los gobiernos españoles en estos años han intentado poner un "final dialogado" a ETA, aunque fracasaron porque sus portavoces no pretendían llegar a un acuerdo, sino que se impusiera sus condiciones y "rearmarse" en estos periodos de tregua.

No obstante, ha asegurado que "nunca el Estado perdió porque nunca cedió" y esta voluntad política consiguió "debilitarla". Un final que llegó tras una persecución política, policial y judicial que rompe con "el brazo político desde Batasuna", ha comentado.

El exministro de Interior ha destacado la importancia de la comunicación en la lucha antiterrorista y en la construcción de un presente de buena convivencia y ha afirmado que es necesario que las nuevas generaciones aprendan y conozcan lo que pasó para poder vivir en libertad y en paz.