El transporte es "asunto central" en la descarbonización de la economía y el vehículo electrificado supone "la opción más madura", ha indicado la ministra de Transición Energética (MITECO), Teresa Ribera, quien ha recordado que la caída de ventas del vehículo diésel "es constante desde 2012".

Ribera, que ha anunciado que mañana se reunirá con representantes de la industria automovilística para examinar su situación actual y "orientar el proceso de cambio y acompañamiento" en la transformación del sector, ha insistido en que la cuestión energética es "fundamental" en la lucha frente al cambio climático.

El principal reto en este ámbito, a su juicio, es la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, para el que España se ha marcado un "ambicioso" objetivo de reducción del 20 % en 2030 -respecto a los niveles de 1990, equivalente al 37 % respecto al nivel actual- y del 90 % para el año 2050.

La transformación energética incluirá el futuro cierre de las centrales de carbón, que suponen un 14 % de las emisiones totales hoy día y, en este punto, Ribera ha recordado el compromiso del Gobierno de ofrecer garantías de seguridad de suministro, mantener una evolución "razonable" de los precios y construir un tejido productivo alternativo en las zonas dependientes tradicionalmente de la industria del carbón.

La ministra ha participado hoy en un acto del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid sobre agua y cambio climático, en el cual ha subrayado que el modelo de gestión de los recursos hídricos "que ha servido durante más de cien años" necesita de "una actualización y refuerzo".

Esta actualización ha de ofrecer "un enfoque integral" que minimice "la vulnerabilidad hídrica de la población", así como de los ecosistemas y la actividad económica ante los efectos del cambio climático, con "la previsible reducción" de los recursos y el aumento de fenómenos extremos como sequías e inundaciones.

Un problema añadido es el de "los deficientes y preocupantes niveles de depuración" que presenta España y que le ha llevado a sufrir este mismo verano sanciones millonarias por parte de la Comisión Europea, debido a" la mala depuración de aguas urbanas en distintos municipios", situación que Ribera ha reconocido necesita "una rápida corrección".

Con ese objetivo se puso en marcha la Directiva General del Agua y el Plan Nacional de Depuración, Saneamiento, Eficiencia, Ahorro y Reutilización (DSEAR), actualmente en fase de información pública, ya que a largo plazo la ministra considera necesario "reordenar los criterios y prioridades en materia de planificación" para fortalecer las políticas de calidad de agua.

"España dispone de un sector privado y una capacidad de ingeniería y política pública lo suficientemente amplia como para alcanzar los objetivos reflejados en estos documentos", ha añadido, aunque es preciso seguir trabajando en desafíos como la permeabilización urbana, la protección de las costas, la incorporación de infraestructuras verdes en zonas inundables o el desarrollo en materia de reutilización..