El primer ministro checo, Andrej Babis, ha cesado este miércoles al ministro de Sanidad, Jan Blatn, tras las discrepancias evidenciadas entre ambos sobre la estrategia a seguir en la lucha contra la pandemia y pese a los cinco meses transcurridos desde el nombramiento. Con este cambio, serán cuatro los ministros que han ostentado la cartera desde que comenzó la emergencia sanitaria.

Babis ha censurado a Blatny, entre otras cuestiones, por oponerse al uso de tratamientos experimentales para tratar la COVID-19. El presidente, Milos Zeman, reclamó también que fuese cesado por negarse a introducir la vacuna rusa Sputnik V, que no ha sido avalada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

El ministro saliente ha respetado la decisión del primer ministro, apuntando que tiene derecho a organizar a su propio equipo, pero ha dicho tener "la conciencia tranquila" por el trabajo realizado durante su breve etapa en Sanidad. En este sentido, considera que detrás hay "una decisión política", según la radio pública.

El relevo será inmediato, ya que Babis ha puesto ya sobre la mesa el nombre de un nuevo ministro: Petr Arenberger, actual director de un hospital de Praga.

República Checa acumula más de 1,5 millones de casos de COVID-19 y unos 27.300 fallecidos desde el inicio de la pandemia. Los contagios parecen algo más contenidos, lo ha llevado al Gobierno a anunciar que el lunes reabrirán las escuelas para los niños de menor edad.