Expertos de Naciones Unidas han pedido este viernes a Afganistán que tome medidas "decisivas" para actuar ante el aumento de asesinatos de activistas de Derechos Humanos en el país.

"El asesinato de un activista de Derechos Humanos es una tragedia para la sociedad: la muerte de nueve desde el comienzo del año muestra la aparición de una tendencia verdaderamente alarmante", ha afirmado la relatora especial sobre la situación de los actividades de Derechos Humanos, Mary Lawlor.

Con estas cifras y en el mes de agosto, ya se ha superado la cifra registrada durante todo el año pasado. Por ello, los relatores de Naciones Unidas han destacado que la "impunidad" hace que se cometan este tipo de delitos, además de añadir la "falta de reconocimiento" hacia estas personas.

"Es necesario que haya una responsabilidad plena de esas atroces violaciones de Derechos Humanos", han apostillado en un comunicado.

En este caso, han hablado del caso de Asmatulá Salaam, que trabajaba promoviendo el derecho a la educación en la provincia de Ghazni, cuando fue secuestrado y asesinado. Poco antes, Fatimah Natasha Jalil y Ahmad Jawed Folad fueron asesinados de camino al trabajo.

"En enero el Gobierno de Afganistán mostró su apoyo a la idea de crear un mecanismo de protección nacional para proteger a los activistas de Derechos Humanos, pero todavía no se ha producido ningún progreso", señalan los expertos de Naciones Unidas.

Por ello, han considerado que Afganistán podría hacerlo "mejor" para detectar los casos y actuar cuando se perciba alguna señal como amenazas o intimidación.