La Unión Europea discutirá este lunes cómo mejorar la relación con la región de los Balcanes occidentales, en medio del bloqueo a la adhesión de Macedonia del Norte y Albania y cuando varios estados miembro han pedido abiertamente desatascar el proceso y poner en valor la política de Ampliación.

De esta forma, los Veintisiete estudiarán como comprometerse más con una región que considera clave dentro de su vecindario más próximo y en la que cuentan con una especial influencia actores extranjeros como Rusia y China.

A su llegada a la reunión presencial de ministros de Exteriores de la Unión, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha explicado que el bloque europeo debe pensar cómo ofrecer una "perspectiva europea mayor y más fuerte a la región". Esta reunión será la antesala de una cena de trabajo que mantendrá esta misma semana en Bruselas con mandatarios de la zona.

El tema que sobrevuela la reunión es la situación en la que se encuentran Macedonia del Norte y Albania, dos países que recibieron la luz verde de los Veintisiete para iniciar las conversaciones de adhesión en marzo de 2020, pero cuyo proceso se encuentra estancado por las reticencias de algunos estados miembros. El más crítico ahora es Bulgaria, que aduce diferencias históricas y culturales con Macedonia del Norte para vetar su senda europea.

La situación de Tirana y Skopje lastra la credibilidad de la UE en una zona marcada por la tensión latente entre vecinos y por el lento proceso de adhesión de otros países como Serbia. Desde que asumió el cargo de jefe de la diplomacia europea, Borrell se ha puesto como prioridad mejorar las relaciones y atraer a la región a la UE.

"Es una región que es esencial para la estabilidad y seguridad de Europa", ha declarado el ministro de Exteriores de Portugal, Augusto Santos Silva, que ejerce la presidencia rotatoria de la UE. Al tiempo, varios estados miembros han recalcado la importancia de cumplir con los países balcánicos y dar pasos adelante en su ingreso al club.

Es el caso de Suecia, cuya ministra de Exteriores, Ann Linde, ha pedido "cumplir los compromisos europeos" con los Balcanes y abrir las negociaciones de acceso con Macedonia "cuanto antes", entendiendo que está en juego la confianza en el bloque europeo.

Misma línea ha seguido la ministra estonia, Eva-Maria Liimets, quien ha defendido continuar la "historia de éxito" de la política de Ampliación de la UE y convocar pronto las conferencias intergubernamentales con Albania y Macedonia, hito que arranca las negociaciones de entrada a la UE.

"Necesitamos un mayor compromiso político y un enfoque más estratégico y nuestros socios cumplir con la transformación democrática, Derechos Humanos y Estado de Derecho", ha defendido el titular de Exteriores croata, Grlic Radman, quien ha pedido que la UE debe "cumplir" y abrir las negociaciones con Tirana y Skopje, liberar visados con Kosovo y defender la soberanía de Bosnia Herzegovina.

Por parte de Eslovenia, el ministro de Exteriores, Anze Logar, ha anunciado que su país convocará en octubre una cumbre centrada en los Balcanes, coincidiendo con la presidencia semestral del Consejo. "Reafirmaremos nuestra opinión de que esta región tiene una importancia estratégica para la UE", ha señalado el político esloveno, después de que su país haya estado en el centro de la polémica por un documento no oficial que plantearía reordenar las fronteras balcánicas.

Aparte de la discusión sobre los Balcanes, los ministros de Exteriores de los Veintisiete mantendrán un contacto con el enviado especial estadounidense para el Clima, John Kerry, en lo que se espera uno de los primeros encuentros para alinear posiciones sobre agenda climática entre Washington y Bruselas, una llamada que se enmarca en la mejor sintonía entre ambas potencias tras el cambio de presidente en la Casa Blanca.