El pasado martes el Ayuntamiento de Madrid informaba de que había dado tres días a VOI, Wind y Lime para retirar sus patinetes de las calles ya que consideran que no cumplen con la nueva ordenanza municipal. Estas tres empresas permiten a los usuarios iniciar y finalizar el viaje en calles en las que se puede circular a más de 30 km/h, unas vías en las que los patinetes no tienen permitido el acceso. Además, el Consistorio ha anunciado que iniciará un reparto de licencias por barrio de manera equilibrada para evitar saturaciones.

Tras esta decisión, en la calle hay opiniones de todo tipo. La mayoría entiende que debe haber una regulación para evitar situaciones peligrosas, pero creen que estas medidas son desproporcionadas. “Si lo regulas y lo haces de una forma que esté bien, ¿por qué no?”, comenta un hombre frente al Parque del retiro.

Tampoco llegan a entender la limitación por barrios del número de patinetes. “Me parece estúpido. La gente lo va a coger de otros y lo va a traer al mismo barrio”, sentencia una joven que gracias al patinete se ahorra coger el autobús.