(Actualiza la NA1216 con la salida del PDeCAT de 13 de los 15 responsables sectoriales)

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha consumado este lunes su divorcio con el PDeCAT al romper el carné del partido, una decisión que también han tomado cuatro consellers del actual gobierno, tres de los exconsellers presos y numerosos diputados del grupo de JxCat del Parlament.

La maltrecha relación entre el expresidente catalán y el que hasta ahora era su partido se ha roto definitivamente después de que el PDeCAT haya llevado a los tribunales a Junts per Catalunya por la supuesta apropiación de la marca electoral de los exconvergentes, JxCat, por parte del expresident Carles Puigdemont para su nuevo partido.

Cuando dio a conocer sus acciones judiciales, el PDeCAT defendió que la formación y el expresident Puigdemont y el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, habían acordado que el futuro de las siglas de Junts se decidirían conjuntamente y no de forma unilateral.

"Acabo de comunicar a David Bonvehí, presidente del PDeCAT, mi decisión de darme de baja del partido que preside. Continuaré trabajando, ahora como presidente de JxCat, para mantener una relación cordial entre las dos formaciones", ha anunciado Puigdemont a través de Twitter.

Bonvehí para despedir al expresident ha escrito en las redes sociales: "Mi máximo reconocimiento y respeto, y el del PDeCAT, al muy honorable presidente Carles Puigdemont, compañero y amigo. Continuaremos trabajando para, cada uno desde su visión, conseguir la independencia de Cataluña. Seguimos hablando".

Al adiós de Puigdemont le ha seguido el de cuatro de los consellers del actual gobierno catalán: Meritxell Budó, Miquel Buch, Damiá Calvet y Jordi Puigneró.

Al PDeCAT solo le queda Ángels Chacón en el Govern.

También ha anunciado su baja del PDeCAT el exconseller preso Jordi Turull y fuentes de JxCat han explicado a Efe que los también exconsellers presos Josep Rull y Joaquim Forn tienen previsto comunicar la misma decisión "en las próximas horas".

En la lista de bajas, también están los diputados del grupo de JxCat en el Parlament Albert Batet, Anna Erra, Imma Gallardo, Mónica Sales, Ferran Roquer y Francesc Ten.

Esta noche se ha hecho pública la salida del PDeCAT de trece de los quince responsables sectoriales de esta formación, quienes han enviado una carta a Bonvehí para anunciar su marcha por estar "en desacuerdo con las decisiones adoptadas por una parte de la dirección nacional del partido", sin estar refrendadas por los asociados.

Expresan su apoyo al expresidente Puigdemont y a los exconsellers "que están en prisión y en el exilio", antes de anunciar que pedirán su baja como asociados del PDeCat.

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Los trece responsables sectoriales que dejan el PDeCAT son: Beth Abad, Antoni María Grau, Miquel Nadal, Montse Girbau, Núria Ramon, Quim Clavaguera, Sonia Oriola, Ricard Font, Albert Sangrá, Xavier Martínez, Francesc Ten, Santi Siquier y Joan María Piqué.

Doce de ellos, todos menos Antoni María Grau, han firmado una carta en la que reprochan a Bonvehí que no haya convocado la asamblea nacional del partido para posicionarse ante asuntos primordiales para el futuro del PDeCAT, y añaden que tampoco se ha convocado "en tiempo y forma", ninguno de los consejos nacionales a lo largo de este año.

Lamentan la falta de información de algunas dimisiones, así como la decisión de llevar a los tribunales la disputa por el nombre de "Junts", y consideran de una "bajísima calificación moral" llevar a la "justicia española" este asunto.

Los firmantes de esta carta anuncian su incorporación a "Junts per Catalunya, con el liderazgo del presidente Carles Puigdemont".

Este fin de semana ya rompieron el carné los cinco senadores de JxCat Josep Lluís Cleries, Mayte River, Josep María Cervera, Josep María Matamala y Assumpció Castellví.

También anunció su baja el exconseller de Cultura Lluís Puig.

Según ha explicado el portavoz del PDeCAT, Marc Solsona, en rueda de prensa, el partido ha perdido el 7 % de sus militantes en las últimas horas.

El desencuentro ahora agravado entre Puigdemont y el partido heredero de Convergencia tomó ya cariz de ruptura cuando el 10 de julio se oficializó un cambio en el registro de partidos que hizo que las siglas JxCat, hasta entonces en manos del PDeCAT, pasaran a ser controladas por personas de la confianza de Puigdemont

Hasta ahora, JxCat se ha utilizado como marca electoral y es el nombre de grupos parlamentarios varios -los del Parlament, el Congreso, el Senado o el Ayuntamiento de Barcelona, por ejemplo-, pero nunca ha concurrido a las elecciones como partido.

El mundo posconvergente -es decir, Puigdemont y su entorno y el PDeCAT- decían buscar desde hace meses la manera de encajar para concurrir de nuevo juntos a las próximas elecciones, pero el movimiento del expresident de hacerse con las siglas del partido JxCat -una de las principales bazas negociadoras del PDeCAT hasta ese momento- ha comportado que el asunto sea ahora difícil de reconducir.

El PDeCAT deberá ahora decidir si concurre o no a las próximas elecciones catalanas y, en caso que decida hacerlo, si opta por presentarse en solitario o intenta sumar fuerzas con otros actores como el recién creado Partido Nacionalista de Cataluña (PNC), encabezado por la también exdirigente del PDeCAT Marta Pascal.

Si finalmente el registro de la marca Junts se pone en entredicho judicialmente, también lo haría el camino congresual de la nueva marca de Puigdemont, que no se iba a completar hasta el 3 de octubre.