Ciudadanos, PSC, PPC y la CUP han manifestado este miércoles sus discrepancias al vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economía, Pere Aragonès, durante la presentación de sus cuentas en el Parlament.

En el turno de réplica de grupos parlamentarios, el diputado de Cs, Josep María Cano, ha mostrado su desagrado por unos presupuestos que en su opinión "ahogan a la clase media" y que siguen "la lógica del populismo y el separatismo".

En ese sentido, Cano ha criticado que las cuentas "no reduzcan ni un euro de la máquina de despilfarro que es el procés" y que no planteen, entre otras medidas, el cierre de las llamadas "embajadas" catalanas.

Por su parte, Alicia Romero (PSC), quien como Santi Rodríguez (PPC) ha destacado el sinsentido de que el Govern quiera aprobar unos presupuestos para después convocar elecciones y no ejecutarlos, ha señalado que aunque el capítulo de ingresos no les desagrada "del todo", sobre el de gastos están "bastante insatisfechos".

Romero, que ha llamado la atención a Aragonès sobre que eligiera cerrar las cuentas con los comunes y no con los socialistas catalanes, ha criticado igualmente que se pretenda hacer pasar por nuevo gasto más de 3.000 millones que ya habrían sido ejecutados.

María Sirvent, de la CUP, ha subrayado la circunstancia de que el vicepresidente del Govern haya presentado las cuentas "como si no hubiera pasado nada", con relación a la crisis de los socios en el ejecutivo autonómico y ha añadido que le parecen "insuficientes" los presupuestos tanto en el ámbito social "como para dar cumplimiento al mandato del 1 de octubre".

Desde los comunes, el diputado David Cid, que participó en la negociación de los presupuestos con el Govern, ha destacado que Cataluña "necesita y quiere presupuestos" y que aunque las cuentas no sean las "ideales" para el espacio morado, sí permitirán "superar la parálisis" y ser "un dique a las anteriores políticas de recortes".