La profesora de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Ana León, ha alertado que se están utilizando los términos nomofobia y adicción "como sinónimos, cuando no lo son". De hecho "hay un paso previo que es lo que se llama el uso problemático de Internet y el móvil que es cuando el individuo empieza a perder el control, y empieza a tener un uso disfuncional".

"Cuando empieza a aparecer este problema de disfuncionalidad con interferencias en la vida cotidiana, pueden aparecer dos familias diferentes, la nomofobia y el problema de adicción", ha indicado en una entrevista a Europa Press.

Ha explicado, que en el primer caso "es un miedo irracional, nerviosismo, angustia", y las adicciones "son distintas, porque se caracterizan por una perdida de control, una dependencia, un comportamiento compulsivo e incluso cuadros de abstinencia".

Precisamente, León es junto a la también profesora de UNIR, Mónica Gutiérrez, autora de la investigación que recopila las conclusiones científicas sobre la 'nomofobia', que afecta sobre todo a mujeres y niños. También participan en la investigación Joaquín González Cabrera, profesor de UNIR, e Isabel Serrano Pintado, de la Universidad de Salamanca.

La 'nomofobia' ha explicado que "es un término que se acuñó en Reino Unido en 2008, a través de un estudio que realizó la Oficina de Correos, que proviene de las palabras non-mobile-phone-phobia, es decir una fobia situacional al no poder el teléfono a mano, no tener cobertura o perderlo". Ya después, en 2015 un investigador quiso hacer un trabajo sobre él, y elaboró un cuestionario para poder medirlo. En este sentido, la profesora de UNIR ha manifestado que el término "ha quedado más empañado por el concepto de adicción".

INVESTIGACIÓN

El estudio que analiza todos los estudios empíricos y de prevalencia publicados en inglés y castellano sobre nomofobia. Ha sido publicado por la revista PLOS ONE, indexada en JCR (Q2).

Se trata de una revisión sistemática de 108 artículos publicados en bases de datos científicas internacionales, que abordan la nomofobia desde una perspectiva psicológica y ofrecen datos cuantitativos sobre la prevalencia. Pretende mostrar si existen diferencias de género y edad, de forma que sea posible identificar factores de riesgo y comprobar si estas diferencias se dan a nivel mundial.

Ha apuntado del estudio "encontramos que las tasas de prevalencia son muy dispares, con horquillas muy grandes, porque estamos midiendo el problema con instrumentos diferentes y aplicando baremos de interpretación diferentes, que dificulta que saquemos unas conclusiones generales".

"Lo que si parece más cierto que cuando se leen los resultados en diferencias de sexo y de edad, emergen los grupos de riesgo de las mujeres y lo más jóvenes a padecer este miedo irracional a separarse del móvil", ha resaltado León.

El trabajo llama la atención sobre la necesidad de profundizar en el conocimiento de cómo afecta esta problemática a los distintos grupos de población, en especial a los menores.

Hay sustancialmente menos estudios realizados con niños y preadolescentes, un aspecto que preocupa en tanto que la edad en la que se tiene un teléfono móvil por primera vez está disminuyendo. Además, diversos trabajos han informado que este problema afecta a uno de cada cuatro niños y jóvenes.

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APAGÓN FACEBOOK Y WHATSAPP

Por otra parte, acerca del apagón que sufrieron el pasado lunes WhatsApp, Facebook e Instagram, la profesora de UNIR ha destacado que "nos dio la oportunidad de ver que no pasa nada por desconectar del teléfono móvil, ya que una de las características de la nomofobia es que es un miedo irracional, es decir que no está fundamentado". De hecho, ha concluido que "es saludable tener estos momentos de desconexión".