El portal i.Ahorro.com calcula que desde que el Tribunal Supremo decidió que era la banca la que debía pagar el impuesto de actos jurídicos documentados (AJD), a mediados de octubre, hasta ayer, cuando un pleno atribuyó el impuesto al cliente, se han dejado de firmar 20.908 préstamos hipotecarios.

En una nota, i.Ahorro.com explica que durante este periodo de incertidumbre, incluidos los dos días de deliberación de los jueces, se han podido dejar de firmar unas 20.908 hipotecas, si se tiene en cuenta la media de hipotecas firmadas en los últimos meses.

Los bancos habían parado o ralentizado los procesos hipotecarios y solo aceptaban a los clientes que ya tenían firmado el contrato de arras, para que no perdiesen la fianza, señala el director de hipotecas de i.Ahorro.com, Manuel Gonzálvez.

Ahora, tras la decisión del pleno de la sala de lo contencioso administrativo del alto tribunal, es previsible que empiecen a agilizar los trámites de firma de las hipotecas y los plazos vuelvan a ser los anteriores a la sentencia, añade.

De enero a agosto, se han formalizado 321.657 hipotecas, lo que supone una media de 40.207 al mes y 2.010 al día, teniendo en cuenta sólo los días laborales.

Las hipotecas firmadas en octubre, calcula i.Ahorro.com, seguramente estarán por debajo de esas 40.000, debido al parón desde el momento en el que se conoció la sentencia, el pasado 18 de octubre.

Lo previsible, explica Manuel Gonzálvez, es que pongan su foco en recuperar el parón de la firma de hipotecas para cumplir sus objetivos anuales; los bancos seguirán ofertando hipotecas e intentando atraer al cliente que busca financiación, especialmente para la compra de una primera vivienda.

Ahora, falta saber si habrá más movimientos en las condiciones de las hipotecas, como subidas de tipos o de comisiones, aclara.

En opinión de i.Ahorro.com posiblemente siga habiendo movimientos en la oferta hipotecaria de las entidades, pero serán leves, y puede que alguna entidad aproveche la situación para sacar ofertas más competitivas para llegar al cliente.

Además, la sentencia no está exenta de futuros cambios, ya que lo más probable es que se eleve al tribunal europeo, quien tendría la última palabra y podría fallar en contra del Tribunal Supremo de España.