El Sindicato de Policías de Cataluña (SPC) ha pedido al director de los Mossos d'Esquadra, Pere Ferrer, que busque una solución para cortar "de raíz" las agresiones que sufren los agentes desplegados para evitar botellones, ya que su integridad física "se ha puesto en riesgo".

En un comunicado, el SPC advierte de que casos como los de Llinars del Vallès (Barcelona) el pasado fin de semana, con ataques a vehículos de los Mossos, son "absolutamente intolerables", por lo que considera que los agresores "tienen que ver que sus acciones tienen consecuencias contundentes, que generen un efecto disuasivo para no repetirlas".

Los Mossos interpusieron en la madrugada del pasado domingo 52 sanciones en una concentración de centenares de coches en un polígono industrial de Llinars, donde algunas personas lanzaron objetos y dieron patadas a los coches policiales, de las unidades de seguridad ciudadana, ante lo que los agentes optaron por retirarse y organizar un dispositivo con unidades de orden público y tráfico.

"El legislador, en vez de legislar para acabar con estas acciones, mira hacia otro lado. La falta de protección jurídica y apoyo institucional por intereses partidistas (más allá de buenas palabras) que sufrimos es inédita en Europa", lamenta el SPC.

En este sentido, el sindicato plantea a la cúpula de los Mossos que reflexione sobre si tiene sentido enviar a patrullas de seguridad ciudadana "en clara inferioridad numérica, sin material, ni formación en orden público, como ocurrió en Llinars", donde se puso en "grave riesgo" la integridad física de los agentes.

"Hace ya demasiado tiempo que la imagen de los Mossos y el principio de autoridad básico en cualquier sociedad moderna y democrática se ve perjudicado por decisiones políticas y operativas. ¡Basta ya!", sostiene el sindicato, que pide a las autoridades que modifiquen la manera de afrontar esta situación de cara a las fiestas de la Mercè en Barcelona, ya que, si no, su resultado seguirá siendo "nulo". EFE.

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