El niño afgano cuya imagen adquirió fama mundial hace dos años con una camiseta de plástico en honor del jugador del FC Barcelona Lionel Messi se ha visto obligado a huir con su familia de un ataque talibán en la provincia de Ghazni.

El pequeño Murtaza Ahmadi, que ahora tiene siete años de edad, es parte de la minoría hazara, que en las últimas semanas ha sido objetivo de frecuentes ataques talibán en el marco de un conflicto étnico que amenaza con abocar a la catástrofe a la, hasta ahora, relativamente pacífica región del centro-norte del país.

"Murtaza se hizo famoso en todo el mundo y no podemos caminar libres ni ir a ningún lado. Murtaza y mis otros hijos no pueden ir a la escuela", ha declarado su madre, Shafiqa Ahmadi, en la casa de Kabul, donde aora se aloja la familia.

"Una noche comenzamos a ver a hombres sospechosos pululando cerca de nuestra casa. Cuando los talibán atacaron nuestra aldea, decididmos irnos", ha explicado.

Ghazni, que está a unas dos horas de viaje de Kabul, ha sido escenario de intensos combates este año. Los talibanes invadieron brevemente la ciudad en agosto y ha habido fuertes combates en Jaghori, obligando a miles a huir.

"La situación de seguridad no es buena y tengo miedo de salir", dijo Murtaza. "Quiero convertirme en un futbolista como Messi y quiero poder ir a la escuela", ha añadido.