El Parlamento de Siria ha sostenido que las elecciones presidenciales celebradas en mayo, en las que el mandatario, Bashar al Assad, obtuvo un nuevo mandato sin oposición, fueron una "victoria" para el país, según ha informado la agencia estatal siria de noticias, SANA.

Los integrantes del organismo, dominado por el Baaz de Al Assad, han señalado que las elecciones "han reflejado la adhesión de la población a los principios nacionales y su creencia en el proceso de modernización y desarrollo" en el país.

Asimismo, han destacado que "las campañas de los medios externos y los engaños no han podido afectar a las posturas y al camino del pueblo sirio", al tiempo que han abogado por "intensificar el trabajo y la unidad" durante la próxima etapa.

Al Assad obtuvo un cuarto mandato al frente del país, sumido en la guerra desde hace más de diez años, tras imponerse a dos candidatos poco conocidos después de que el proceso de veto dejara fuera a los opositores, la mayoría de los cuales se encuentran en el exilio.

En este sentido, Nasr al Hariri, presidente de la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS), la principal coalición opositora en el extranjero, tildó la semana pasada las presidenciales de "despreciable farsa".

"Las acciones del régimen sólo aumentarán la determinación del pueblo a seguir con la revolución hasta que el criminal Al Assad rinda cuentas por sus crímenes", afirmó a través de su cuenta en la red social Twitter, donde resaltó que el presidente "se hizo con el poder y lo ha mantenido a través del crimen".

Con este triunfo, que gran parte de la comunidad internacional ya anunció que no reconocería, Al Assad se mantiene como presidente de Siria desde el año 2000. Los resultados en esta ocasión son superiores a los obtenidos en 2014, cuando se impuso con el 88 por ciento de los sufragios.