El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha dado orden al representante palestino ante Naciones Unidas, Riad Mansur, que inicie "acciones inmediatas" ante la ONU en respuesta a la decisión tomada por un tribunal israelí para que los judíos puedan acudir a la Explanada de las Mezquitas a rezar.

Un tribunal de apelaciones de Jerusalén ha aceptado este miércoles el recurso para la reanudación de las oraciones después de que se prohibiera cualquier tipo de culto tras los disturbios que sirvieron de detonante al cruce de bombardeos entre Israel y las milicias palestinas en la Franja de Gaza, el pasado mes de mayo.

El magistrado ha aceptado el recurso de un rabino que "como muchos otros" acudía a rezar al lugar en silencio, una "actividad en sí misma que no viola las instrucciones de la Policía", a pesar de que los judíos, según el acuerdo alcanzado hace tiempo, si bien pueden visitar la zona, no tiene permitido rezar en ella, y sí hacerlo en el cercano Muro de las Lamentaciones.

En respuesta, el presidente Abbas ha asegurado que la ofensiva diplomática "se coordinará con naciones hermanas y amigas, al frente de las cuales se encuentra la fraterna delegación jordana", país que actúa como autoridad de la zona.

El presidente, según declaraciones recogidas por la agencia palestina Wafa, ha instado también a la comunidad internacional "a asumir sus responsabilidades en este sentido, especialmente al Consejo de Seguridad de la ONU", para "detener esta agresión".

Un grupo de facciones palestinas de la Franja de Gaza han hecho en las últimas horas un llamamiento a la población a participar en manifestaciones para denunciar el fallo.

Las "facciones de resistencia", entre las que destaca el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han resaltado que el veredicto supone "una agresión" contra los lugares santos musulmanes en Jerusalén y han advertido de que Israel tendrá "toda la responsabilidad" de las consecuencias.

Los grupos firmantes --considerados terroristas por Israel-- han recalcado que "esta decisión diabólica y maliciosa es un preludio de la conspiración para la división temporal y espacial de la mezquita de Al Aqsa, que permite a los colonos continuar con sus crímenes contra Al Aqsa y Jerusalén".

Por ello, han pedido a los palestinos de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este que "rechacen esta clara violación del derecho a la tierra y los lugares santos", según ha recogido la agencia palestina de noticias Maan.