Naciones Unidas ha mostrado preocupación este martes por la situación del campamento de refugiados sirio de Al Hol, ya que se ha registrado un incremento de casos de COVID-19, en concordancia con el aumento notificado en el país.

Las cifras proporcionadas por el portavoz de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, muestran que, hasta la fecha, se han detectado 39 casos y se han registrado seis muertes en Al Hol.

En este contexto, ha informado Dujarric, las organizaciones humanitarias están apoyando el rastreo de contactos, reconociendo que "un brote más amplio podría ser devastador para el estado ya vulnerable de las familias del campamento", por lo que la ONU y sus socios están apoyando el centro de tratamiento COVID-19 en el campamento y proporcionando asistencia sanitaria, de agua y de saneamiento para mitigar la transmisión del virus.

Actualmente, en Al Hol viven más de 31.000 niños --más de la mitad de la población del campamento-- menores de 12 años, un lugar en el que "ningún niño debería crecer", ha lamentado el portavoz, por otro lado.

Frente a esta crítica situación, Naciones Unidas insiste en que "se necesitan soluciones duraderas y a largo plazo para todos los residentes del campo, ya sean sirios, iraquíes o de otro país", más allá del retorno a terceros países, que debe ser voluntario, seguro, plenamente informado y digno.

Por último, Dujarric ha vuelto a reiterar la "la necesidad de un acceso humanitario pleno y regular al campo para que los más de 60.000 residentes sigan recibiendo los servicios esenciales".