La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidos ha alertado de que las bajas temperaturas y las fuertes nevadas caídas en los campamentos de refugiados en la localidad de Lipa, en Bihac, en el noroeste de Bosnia y Herzegovina, ponen en "riesgo inmediato" la vida de cientos de personas.

"Con las recientes e intensas nevadas y con temperaturas bajo cero, cerca de 500 personas corren el riesgo inmediato" de sufrir "congelación, hipotermia y otros problemas de salud graves", han puesto de relieve la OIM y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), a través de un comunicado conjunto.

La situación ha empeorado en los últimos días después de que la víspera de Navidad el campamento de Lipa quedara destruido pasto de las llamas. Si bien el asentamiento, construido en base a la improvisación debido a la llegada masiva de personas, no estaba preparado para soportar bajas temperaturas, al menos servía como una suerte de refugio, pese a sus agudas carencias.

Las agencias de Naciones Unidas y sus socios humanitarios han lamentado que pese a las continuas alertas que han lanzado en las últimas semanas, las autoridades tanto de Bosnia y Herzegovina como el resto de actores de la comunidad internacional siguen "sin proponer ninguna solución, temporal o de otro tipo".

"Esta es una tragedia totalmente innecesaria", ha denunciado el coordinador jefe de la OIM en los Balcanes, Peter Van der Auweraert.

"La ubicación de Lipa, en Bihac, se ha convertido en una prisión de invierno. A los migrantes no se les permite salir y ahora están haciendo fuego dentro de las tiendas restantes para mantenerse calientes. Hace unos días vimos lo rápido que se propaga el fuego", ha escrito Van der Auweraert en su cuenta de Twitter.