El líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha garantizado este sábado que intentará estar "a la altura" de su nueva tarea, que es "grande", primero como jefe del partido de la "alternancia" y, cuando sea la llamada a las urnas, si los españoles así lo quieren, como gobernante de España, "una de las grandes naciones de la tierra".

El dirigente gallego ha dicho, tras la toma de posesión de Alfonso Rueda, que, si ha dado tamaño paso, es por la necesidad de cumplir con su deber, "asumiendo una nueva tarea en la política nacional", por ahora como líder de la oposición y, cuando sean las elecciones, como representante ordinario del Estado en este país, es decir, como el sucesor de Pedro Sánchez.

"Pretendo", si los ciudadanos apuestan por ello, ha dejado claro en declaraciones a la prensa en la Cámara gallega después de la breve ceremonia.

En su responsabilidad actual, Feijóo ha refrendado su compromiso con el Estado, con las instituciones y con el modelo de las autonomías y ha confesado no tener más "compromisos" que el de acertar ni "más intereses" que los generales.

"Voy a servir, no a servirme", ha remarcado Núñez Feijóo, feliz de irse de Galicia "invicto desde el punto de vista electoral", algo que entiende que es "la mejor forma de irse".

"Mi objetivo es ser útil a una España crispada, a una España fragmentada" por un gobierno "tan débil" como el presente, ha considerado. Ha aludido a su experiencia y a su interés por aprender todos los días. "La tarea es grande. España es una de las grandes naciones de la tierra. Intentaré estar a la altura".

Desde la semana que viene estará en Madrid, ha apuntado, aunque volverá a casa para ser el próximo senador autonómico por Galicia.

La designación de Feijóo para esa responsabilidad se producirá coincidiendo con el próximo pleno, que se celebrará los días 24 y 25 de mayo, que es también cuando tiene previsto renunciar a su escaño como diputado autonómico.

Núñez Feijóo ha pedido con vehemencia exportar al conjunto del país la "estabilidad institucional" que reina en Galicia, por ser, a su juicio, "una materia prima escasa en la política española".

"Cordialidad política, lingüística y respeto a las instituciones. Es lo que me voy a llevar a la política nacional. El cumplimiento de la Constitución y del Estatuto no pueden ser negociables", ha manifestado.

"Hay una política distinta", ha proclamado también, y ha felicitado a Rueda y al pueblo gallego. "Esta cordialidad democrática que respiramos en Galicia sería bueno exportarla para el conjunto del país", ha concluido.