Los Mossos d'Esquadra han detenido a 59 personas en las tres noches consecutivas de disturbios en Cataluña contra la prisión del rapero Pablo Hasel, en que grupos de manifestantes quemaron anoche en Barcelona 35 contenedores y dos motos, mientras la policía disparó 14 proyectiles de foam.

En la tercera noche de protestas, tres agentes resultaron heridos leves, mientras que el Sistema de Emergencias Médicas atendió a seis ciudadanos, uno de ellos un joven de 20 años que sufrió convulsiones debido al traumatismo que le produjo el impacto en la cabeza de una piedra lanzada por un grupo de concentrados, según los Mossos.

Según ha informado la policía catalana en un comunicado, además de los 8 detenidos anoche -que se suman a los 18 del martes y los 33 del miércoles- los agentes identificaron al principio de la protesta, en la plaza Tetuan de Barcelona, a varias personas y denunciaron a 19, a las que requisaron sprais, pelotas de golf, una navaja, petardos y pirotecnia que llevaban en sus mochilas.

La tercera noche de disturbios fue menos intensa que la del martes y el miércoles, aunque grupos de manifestantes realizaron barricadas, quemaron contenedores, mobiliario urbano, motocicletas, rompieron cristales de establecimientos y lanzaron piedras y botellas a los efectivos policiales.

En concreto, según los Mossos, los alborotadores quemaron dos motos y 35 contenedores, algunos dispuestos en forma de barricada -lo que obligó a activar a los Bomberos para evitar que el fuego llegara a los edificios-.

También causaron daños a la sede de El Periódico, a cuatro oficinas bancarias, a un cajero automático, a dos restaurantes, a una agencia de viajes, a una administración de lotería, a una farmacia y a un supermercado, además de arrancar señales de tráfico y dañar semáforos.

Según los Mossos, un grupo de encapuchados lanzó una piedra que alcanzó a un joven de 20 años en la cabeza, por lo que sufrió un traumatismo que le causó convulsiones, ante lo que fue trasladado a un centro hospitalario, en estado menos grave.

Algunos manifestantes también dañaron vehículos policiales, a los que lanzaron piedras y rompieron los retrovisores.

En pleno debate público sobre el uso de los proyectiles de precisión, después de que el pasado martes una joven de 19 años perdiera un ojo al ser alcanzada supuestamente por una bala de foam, los Mossos efectuaron ayer 14 disparos de este tipo de proyectiles para repeler el ataque directo a los agentes, según la policía autonómica.

En la primera noche de disturbios, los Mossos dispararon unos 300 proyectiles de precisión, mientras que el miércoles fueron 120.

De hecho, el conseller de Interior, Miquel Sàmper, propuso ayer que, una vez se constituya el nuevo Parlament surgido de las elecciones del pasado domingo, 14 de febrero, se aborde de forma urgente un debate "sereno, riguroso y profundo" en la cámara catalana sobre el modelo de orden público y sobre el uso de los proyectiles de foam, como el que se llevó a cabo en 2013 para prohibir las pelotas de goma.

Sàmper reconoció ayer que se debe revisar de forma "inaplazable y urgente" el modelo de orden público en Cataluña, porque considera que se debe evitar que una persona acabe lesionada de gravedad tras una manifestación, como ocurrió el pasado martes con la joven de 19 años que perdió el ojo.

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"Esto no puede volver a pasar", admitió el conseller, que agregó: "Si ahora hemos detectado que el uso del foam (los proyectiles de precisión) es mejorable, pues no pasada nada si se revisa y se estudia qué otros mecanismos podemos tener en orden público". EFE