Al menos catorce civiles murieron y otros diez resultaron heridos en un nuevo ataque ejecutado el domingo por presuntos miembros de la milicia Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) en la provincia de Ituri, situada en el noreste de República Democrática del Congo (RDC), durante el que fue además incendiada una iglesia.

Fuentes locales citadas por la emisora congoleña Radio Okapi han señalado este lunes que el ataque fue ejecutado contra la aldea de Ndalya, situada en el territorio de Irumu, uno de los más afectados por las operaciones de las ADF.

Así, han detallado que los asaltantes irrumpieron en una capilla y asesinaron a varios fieles, lo que ha sido confirmado por un jefe local, quien ha resaltado que los rebeldes procedieron además al saqueo de bienes de la población durante el asalto.

El ataque, que ha provocado además el desplazamiento de población por temor a nuevos asaltos, ha llevado a las organizaciones locales a reclamar al Gobierno que lance una ofensiva contra las ADF en Ituri para hacer frente al repunte de las operaciones por parte del grupo en esta zona del país.

La Oficina Humanitaria Conjunta de Naciones Unidas en RDC (UNJHRO) afirmó a principios de febrero que alrededor de 850 civiles fueron asesinados en 2020 a manos de esta milicia en las provincias de Kivu Norte e Ituri, al tiempo que hizo hincapié en que "la situación de los Derechos Humanos se ha deteriorado de forma considerable".

La milicia de las ADF, que mantiene supuestos lazos con el grupo yihadista Estado Islámico, actúa en RDC desde la década de los noventa y, a pesar de las reiteradas ofensivas lanzadas contra ella, sigue generando violencia en la zona. Así, está considerado uno de los grupos armados más peligrosos de los que operan en el país africano.