Un movimiento opositor de Malí se ha mostrado este jueves "decepcionado" tras sus primeros contactos con una delegación de alto nivel de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) que se ha desplazado al país africano para intentar resolver la crisis política.

La delegación, encabezada por el expresidente nigeriano Goodluck Jonathan, han mantenido ya reuniones con el mandatario, Ibrahim Boubacar Keita, y con el influyente imam Mahmud Dicko, líder del Movimiento 5 de Junio-Agrupación de Fuerzas Patrióticas (M5-RFP).

Según las informaciones recogidas por la emisora maliense Studio Tamani, altos cargos del movimiento opositor se han mostrado ya "decepcionados" tras estos contactos, si bien por el momento no han trascendido oficialmente resultados de los encuentros.

"Estamos decepcionados tras este primer encuentro con los mediadores de la CEDEAO", ha señalado Issa Kaou Djim, uno de los principales dirigentes del M5-RFP. "¿Con más de 20 muertos en las manifestaciones se puede habla de negociaciones institucionales?", se ha preguntado.

El movimiento ha desconvocado las protestas que iba a celebrar el viernes, si bien durante la jornada tendrá lugar una "vigila" en honor de los muertos durante los incidentes del 10 de julio en la capital, Bamako, cuando manifestantes atacaron la Asamblea Nacional e irrumpieron en la sede de la cadena de televisión pública.

Los disturbios y enfrentamientos, que se saldaron con al menos diez fallecidos, estallaron después de que el movimiento hiciera un llamamiento a la desobediencia civil, lo que derivó además en el bloqueo de los principales puentes de la ciudad.

El M5-RFP, que había retirado su demanda de que Keita dimitiera, volvió a poner esta exigencia sobre la mesa el martes tras denunciar la represión por parte de las fuerzas de seguridad.

Keita anunció el 11 de julio la disolución del Tribunal Constitucional --una de las exigencias del M5-RFP-- como gesto hacia la oposición y se mostró partidario de "ir hacia la aplicación de las recomendaciones formuladas por la misión de la CEDEAO".

Por su parte, Dicko hizo el domingo un llamamiento a la calma a sus seguidores, si bien dejó claro que seguirán "luchando por el cambio en el respeto de los demás, en la dignidad, en la tranquilidad". "Podemos hacerlo sin pasar por la violencia y los saqueos de los bienes ajenos", sostuvo, según el diario 'L'Essor'. "Tenemos que evitar estas cosas", advirtió.

Malí es escenario de una creciente violencia yihadista, a manos de las filiales de Al Qaeda y Estado Islámico, la cual ha potenciado también una incipiente violencia de tipo comunitario que enfrenta esencialmente a peul, a los que se identifica con los terroristas, con otros grupos étnicos. A esto se suma una grave situación económica, la percibida corrupción de la clase política y ahora también el impacto de la pandemia de coronavirus.