El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha defendido este viernes ante sus homólogos de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig; Galicia, Alfonso Rueda; y Navarra, María Chivite, rebajar la presión fiscal como un elemento para hacer frente al problema de la despoblación.

Los cuatro presidentes autonómicos han participado en una mesa redonda sobre la España vaciada organizada por el Foro La Toja-Vínculo Atlántico, un acto en el que han estado presentes, entre otros, el líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo, y el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.

Cada uno de los máximos responsables de Galicia, Andalucía, Comunidad Valenciana y Navarra han expuesto algunas de las medidas que ha puesto en marcha en sus respectivos territorios para frenar la despoblación.

En ese contexto es cuando, en medio del debate sobre la bajada de impuestos en España, Moreno ha asegurad que uno de los motivos por los que Andalucía ha aumentado su población en los últimos años es la "fiscalidad amable" que su Gobierno ha puesto en práctica.

Ha explicado que con ese término quería definir una fiscalidad que permita competir con otras comunidades y ha señalado que el crecimiento de la población permite a su vez recaudar más por impuestos.

Se ha referido en concreto a su decisión de eliminar el impuesto sobre el patrimonio para explicar que el objetivo es que parte de los más de cien mil extranjeros que hay en Andalucía pero que no fijaban su domicilio fiscal en la comunidad debido a la existencia de ese impuesto, sí puedan fijarla ahora.

Si todos ellos dieran ese paso ha asegurado que se recaudaría una cantidad hasta quince veces superior a lo recaudado con el impuesto sobre el patrimonio.

El resto de presidentes no se ha referido a las rebajas fiscales salvo unas breves alusiones de Puig y Rueda.

El presidente valenciano ha advertido de que este debate no es la solución de todos los males del mundo.

Por su parte, el presidente de la Xunta ha destacado los estímulos fiscales de su Gobierno que pueden ayudar ante la despoblación, como el hecho de que las parejas con dos hijos sean consideradas a efectos tributarios como familia numerosa.

Respecto al problema de la despoblación, Puig ha asumido que queda mucho por hacer y que es esencial que haya cohesión social y territorial.

Para Alfonso Rueda, ese problema no se ciñe sólo a enclaves rurales y ha recalcado que la solución pasa por lograr el mejor entorno posible para los ciudadanos y ahí las administraciones tienen mucho que hacer.

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En eso ha coincidido la presidenta de Navarra, quien cree que es responsabilidad de las instituciones públicas generar un ecosistema que facilite empleo, vivienda y medidas de conciliación.