El proyecto presupuestario de 2022 reduce a menos de la mitad la recaudación prevista para el próximo año del impuesto sobre transacciones financieras y a menos de una cuarta parte la del impuesto digital en comparación con la inicialmente apuntada para 2021.

El estado de ingresos de las cuentas, entregadas este miércoles en el Congreso de los Diputados, consigna 372 millones de ingresos para el impuesto de transacciones financieras, la conocida como "tasa Tobin", y 225 millones para el impuesto sobre determinados servicios digitales, la conocida como "tasa Google".

Las primeras liquidaciones de estos nuevos tributos han estado muy por debajo de lo estimado para 2021 -968 millones para el impuesto sobre determinados servicios digitales y 850 millones para el impuesto de transacciones financieras-, un desvío que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha achacado a los cambios introducidos en la tramitación parlamentaria.

El impuesto digital -que grava a las multinacionales con un 3 % de los ingresos obtenidos de los servicios de publicidad dirigida en línea, servicios de intermediación en línea y venta de datos obtenidos a partir de información proporcionada por el usuario- recaudó 92 millones en la primera mitad del año.

El impuesto de transacciones financieras -que grava con un 0,2 % las operaciones de compraventa de acciones de empresas españolas con capitalización bursátil superior a 1.000 millones de euros- recaudó hasta agosto 185 millones de euros.