El presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, ha pedido este miércoles en sendas llamadas a los líderes de Azerbaiyán y de Armenia que cesen las hostilidades en la región de Nagorno-Karabaj y acuerden un alto el fuego, transmitiendo su apoyo al trabajo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para encontar una salida negociada al conflicto.

El contacto de Michel con el presidente azerí, Ilham Aliyev, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, llega después de que ambos países reavivaran el conflicto por la región de Nagorno Karabaj, un territorio bajo soberanía azerí pero de mayoría armenia autoproclamado independiente y respaldado por Ereván.

En sus llamadas, el político belga ha mostrado su preocupación por la escalada militar vivida en la zona los últimos días, que ha dejado decenas de bajas militares y civiles en ambos bandos. "He condenado el uso de la fuerza y he pedido un alto el fuego inmediato", ha señalado Michel en un apunte en su Twitter, tras los contactos con ambos líderes.

Las negociaciones son "la única salida" a la crisis, ha señalado el presidente del Consejo, quien ha defendido el trabajo de la OSCE, cuyo grupo de Minsk establecido en 1992 y copresidido por Francia, Estados Unidos y Rusia busca establecer una solución a un disputa histórica.

La controversia por este territorio trasciende la esfera del Cáucaso, ya que Azerbaiyán cuenta con el apoyo de Turquía, al que unen lazos religiosos, mientras que Armenia es visto como un aliado tradicional ruso.

Por ello, este miércoles el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha pedido a Turquía que rebaje la tensión en Nargorno-Karabaj. En una conversación con el ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, ha tratado los últimos episodios de la crisis, después de que Ankara haya amenazado con hacer "todo lo necesario" para apoyar a Bakú, sin descartar la presencia de tropas turcas en el terreno.