Al menos 13 civiles han fallecido este viernes en dos atentados con bomba ocurridos contra un grupo de vehículos en la localidad afgana de Spin Boldak, en la provincia de Kandahar, en el sur del país, en un nuevo episodio de violencia registrado en esta ciudad, que ya fue escenario de varios ataques el pasado fin de semana.

Las dos detonaciones alcanzaron a vehículos civiles que transportaban a un grupo de personas que se dirigían a una boda en la localidad, según ha confirmado el gobernador de la provincia, Bahir Ahmadi. Otras dos personas han resultado heridas de consideración, de acuerdo con la información proporcionada a la cadena afgana Tolo News.

El pasado domingo fallecieron cuatro policías y dos resultaron heridos precisamente por un ataque talibán contra un puesto de control en esta localidad, según confirmó el Ejército.

Este repunte de la violencia tiene lugar en medio de los esfuerzos del Gobierno afgano para iniciar conversaciones directas de paz con los talibán. Este pasado jueves, el número dos del Gobierno afgano y máximo responsable oficial de las conversaciones de paz, Abdulá Abdulá, expresó su confianza en que las negociaciones directas puedan comenzar la semana que viene.

Sin embargo, la violencia continúa. Según un informe de la Comisión Independiente para los Derechos Humanos de Afganistán, un total de 1.213 civiles han muerto y 1.740 han resultado heridos por la violencia en el país durante los seis primeros meses de este año, una cifra de víctimas mortales sustancialmente mayor que las mismas fechas de 2019 (979 muertos).