El incendio originado en Bejís que afecta a varias poblaciones del Alto Palancia y que afecta ya a 6.000 hectáreas de terreno forestal ha tenido un comportamiento "enormemente agresivo" y avanzó por la tarde de ayer con enorme "voracidad" con un viento cambiante y gran carga de combustible.

Fernando Kindelán, director del Puesto de Mando Avanzado (PMA), ha explicado este miércoles en Viver cómo se han desarrollado las últimas horas de este fuego que afecta a varios municipios de la comarca del Alto Palancia y que se ha adentrado ya en la provincia de Valencia.

Al PMA se han acercado hoy diversos representantes político como el ministro del Interior, Fernando Grande Marlasca; la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Aitana Mas; la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, los alcaldes de los municipios afectados, la delegada del Consell, Pilar Bernabé, y la delegada del Consell en Castellón, Eva Batalla, así como la diputada nacional Susana Ros.

También ha estado en el PMA tanto el presidente de la Diputación de Castellón, José Martí, como el de la de Valencia, Toni Gaspar, que acudía también a la zona en la que trabajan los efectivos del Consorcio Provincial de Valencia para interesarse por las labores.

Fuentes de la Conselleria de Justicia han informado de que son ya más de 6.000 las hectáreas afectadas por este, iniciado el pasado lunes 15 de agosto, y que ha obligado a desalojar a unas 2.000 personas de varias poblaciones de la comarca.

Según ha señalado Kindelán, ayer el incendio se comportó de una manera "totalmente inesperada, con situación explosiva y de mucha voracidad de forma súbita que nos hizo pasar a una actitud defensiva para proteger las poblaciones y las vidas humanas".

Por la noche ya se empezó a calcular una nueva estrategia de extinción cuando las condiciones meteorológicas lo permitieran, algo que, en opinión del técnico, podría darse a partir de esta tarde si se cumplen las predicciones de Aemet, que prevé tormentas con posibilidad de lluvia en la zona.

El fuego, que ha obligado a desalojar Bejís, Torás, Teresa y Sacañet -además de diversas pedanías-, es muy complicado de atacar por la orografía y una meteorología cambiante.

Este miércoles se está registrando un viento del noroeste "más o menos sostenido que cambiará a por la tarde, con viento a la espalda", por lo que los efectivos están "cerrando el perímetro y lo que ahora es cola será cabeza", aunque "se trabaja intensamente en todos los frentes", ha recalcado.

Los efectivos de extinción, que están intentando impedir que las llamas entren en la Sierra de Espadán, se enfrentan a "fuegos con comportamiento enormemente agresivo, que impide entrar en determinadas zonas por seguridad, con mucha carga de combustible y una orografía difícil con viento cambiante".

Los alcaldes de la zona han manifestado su preocupación por los daños en la masa forestal de sus municipios, ya que aporta gran valor a la economía de los municipios y forma parte de su ADN.

El alcalde de Sacañet, Miguel Gámiz, ha explicado a EFE que el desalojo de su población se ha producido a partir de las 3:00 ante un cambio de viento que conducía las llamas desde la zona de Teresa hacia ese pequeño municipio.

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Gámiz ha podido volver esta mañana a ver cómo está el pueblo, y de momento las llamas no se han acercado, por lo que los esfuerzos se centran en evitar que lleguen al núcleo urbano. Ha explicado que los vecinos y veraneantes, alguno de los cuales se alojó en Alcublas (Valencia), se han desplazado en su mayoría a otras residencias o casas de familiares.

La alcaldesa de Bejís, Josefa Madrid, ha confirmado a EFE que las viviendas de la población no se han visto afectadas gracias al esfuerzo de los bomberos y de la Unidad Militar de Emergencias, que han trabajado para "defender nuestras casas".

Unos días, ha dicho Josefa Madrid, "muy duros y complicados", en los que su población, que duplica o incluso triplica los habitantes en los meses estivales, se muestra preocupada tras dos días de "angustia y miedo".