El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha ironizado con la "ignorancia" del PP, que "se tapa los ojos" con lo que está escuchando en la comisión de investigación de Kitchen sobre la llamada "policía política" durante el mandato de los populares en el ministerio, donde ahora "ya no se graba a nadie".

Marlaska ha comparecido este viernes, a petición propia y de varios grupos, en la Comisión de Interior del Congreso para informar sobre la actuación del Ministerio y de las fuerzas de seguridad del Estado durante el estado de alarma, la situación migratoria o los problemas que hubo con la vacunación de policías y guardias civiles en Cataluña, entre otros asuntos.

Pero no ha querido entrar en los vaticinios de algunos portavoces que le han visto ya fuera del Gobierno y que han considerado que Marlaska se está "plegando" ante el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en asuntos como el de los indultos a los presos del procés, para poder continuar en el cargo.

La concesión esta semana de esta medida de gracia ha sido precisamente uno de los asuntos en los que han incidido los grupos. "¡Cómo no voy a estar a favor!", ha enfatizado el ministro, quien ha insistido en que el fin único de esta decisión ha sido favorecer la convivencia, la concordia y el diálogo con Cataluña.

Se trata, según el titular de Interior, de "desencallar" una situación que generó la inacción del Gobierno del PP durante siete años por su idea de que "las cosas se arreglan solas".

Una inactividad que Marlaska también ha achacado a los populares en materia de inmigración. De hecho, antes de 2018 -ha resaltado- no se hacía política migratoria.

"Veníamos de siete años en los que los gobiernos anteriores, fieles a una mala traducción del 'laissez faire', optaron por no hacer nada y dejar que las cosas se arreglasen solas, combinadas con la destrucción de 12.000 puestos de efectivos en las fuerzas de seguridad y recortes en los servicios públicos", ha recalcado.

A la inmigración ha dedicado gran parte de su intervención inicial, en la que ha aportado datos que reflejan un descenso de las entradas irregulares en el primer semestre del año, lo que le ha permitido augurar que se volverá pronto a la situación de antes de la pandemia.

Tras subrayar que las últimas llegadas masivas a Ceuta y Melilla no responden a una crisis migratoria sino fronteriza, Marlaska ha reconocido que España y Marruecos tienen que entenderse por ser dos naciones vecinas, si bien ha advertido de que "vamos a defender la integridad territorial de nuestro país, sus valores democráticos y vamos a hacerlo de manera contundente".

Marlaska se ha referido al "ataque" a la frontera ceutí con la entrada de 8.000 inmigrantes y ha asegurado que todas las devoluciones que se llevaron a cabo se hicieron legalmente.

Convencido de que la inmigración debe ser legal, ordenada y segura, el ministro ha reconocido que la pandemia ha influido en el incremento de llegadas irregulares a España, incluso de marroquíes, que han representado entre el 60 y el 70 % del total en el último trimestre.

Desde la oposición se han cuestionado algunas actuaciones del ministerio, como la "patada en la puerta" en una fiesta ilegal en Madrid, que Marlaska ha rechazado con contundencia.

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"A diferencia del gobierno anterior", el actual no da instrucciones ilegales a la Policía para que actúe fuera de la legalidad", ha enfatizado el ministro.

Como tampoco graba a nadie en los despachos "ni usa a la Policía para otros menesteres" diferentes a las funciones que tiene encomendadas, ha dicho Marlaska para rebatir las acusaciones del PP de que desde su ministerio se hacen "notas informativas" sobre partidos.

"No se cómo pueden decir esto con lo que están escuchando constantemente en esta casa de la soberanía popular. Debe ser ignorancia y taparse los ojos", ha señalado Marlaska, en referencia a la comisión Kitchen que investiga el supuesto uso de los medios del Ministerio del Interior para fines partidistas durante el gobierno de Mariano Rajoy.

El ministro ha defendido también su gestión en la monitorización de las redes sociales, que "en modo alguno" supone limitar la libertad de expresión, ha subrayado.

"No monitorizamos ni ideologías, ni pensamientos, ni expresiones políticas de un partido político", ha apostillado. EFE

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