El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha asegurado este miércoles que "alguien llamó del norte" para prohibir que las autoridades de Curazao aborden el navío que hizo naufragar el lunes a una embarcación de la Guardia Costera venezolana e identificar así a sus pasajeros.

El dirigente venezolano ha explicado que hay "160 personas dentro del barco" y que las autoridades de esta isla del Caribe, bajo administración de Países Bajos, no han podido acceder a la embarcación, que se encuentra anclada en sus costas.

"Hay un poder superior fuera de Curazao que no deja acceder a las autoridades de ese país al barco para ver quiénes son esas 160 personas e identificarlas", ha asegurado.

El presidente Maduro ha señalado que esto "confirma la hipótesis" de que el buque "estaba siendo utilizado para traer mercenarios, que con lanchas rápidas civiles llegaran a alguna de las costas venezolanas para realizar ataques sorpresas contra objetivos militares o políticos".

"Hay que cuidar la paz, pero yo sigo denunciando", ha dicho Maduro durante una conversación telefónica en el programa que el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente venezolana, Diosdado Cabello, presenta en Venezolana de Televisión.

Maduro ha asegurado contar con "fotos e información" que llega desde esta isla caribeña porque "el pueblo de Curazao ama a Venezuela y quiere la paz de Venezuela".

El Gobierno de Venezuela denunció el lunes que el crucero 'Resolute', con bandera portuguesa, entró en aguas jurisdiccionales de Venezuela.

El patrullero de la Guardia Costera intentó escoltarlo a puerto pero la embarcación turística se resistió haciendo una maniobra que hizo naufragar al buque venezolano.