Los ingresos no financieros del Estado alcanzarán 307.445 millones de euros en 2023, un 6 % más de lo que se espera obtener en 2022, en línea con el crecimiento del PIB nominal, pero también impulsados por la entrada en vigor de nuevos impuestos.

Según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022, impulsarán la recaudación el nuevo impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables y el gravamen temporal a los sectores energético y financiero, pero también por la aplicación del tipo mínimo efectivo en sociedades del 15 % y la nueva limitación en la compensación de pérdidas en los grupos.

Otras medidas reducirán los ingresos, aunque en menor cuantía, como la rebaja dentro del IRPF para rentas brutas inferiores a 21.000 euros y la rebaja del IVA en los productos de higiene femenina, los preservativos y los anticonceptivos no medicinales.

En conjunto, los ingresos tributarios aumentarán un 7,7 %, hasta los 262.781 millones, y los no tributarios descenderán un 2,8 %, hasta los 44.664 millones.

Los ingresos por el IRPF en 2023 se elevarán hasta los 113.123 millones, un 7,7 % respecto a 2022, como consecuencia del aumento de "la renta bruta de los hogares al elevarse salarios y pensiones", que podría experimentar un crecimiento de alrededor del 6 % (2 puntos porcentuales menos que en este año).

Los ingresos en el impuesto sobre sociedades se situarán en los 28.519 millones de euros, un 7,7 % más, debido al aumento de los beneficios (en un 4,5 %) y un importe de devoluciones realizadas similar al de 2022, a lo que habría que añadir "el impacto positivo del tipo mínimo y de la limitación en la compensación de pérdidas en los grupos".

Respecto a la recaudación del impuesto sobre el valor añadido (IVA) en 2023, sumará 86.093 millones, lo que supone un aumento de un 5,9 % con respecto al cierre de 2022, lo que "sería coherente con la hipótesis de desaceleración con la que está configurado el escenario macroeconómico, en particular en el caso del gasto en consumo de los hogares y, sobre todo, en términos nominales".

Los ingresos por impuestos especiales ascenderán a 22.287 millones, un 8,2 % más.

En el caso del impuesto sobre hidrocarburos, se prevé un aumento del 3,8 %, pero "bajo el supuesto de que disminuyen los precios y que, gracias a esto, la desaceleración de los consumos será pequeña".

Por su parte, los impuestos sobre el alcohol prevén un crecimiento en el entorno del 3 por ciento y de "práctico mantenimiento" en el caso del impuesto sobre labores del tabaco.